Una madre y su hija, entre las víctimas mortales de la DANA en l'Alcúdia

Tampoco se tiene constancia del paradero del camionero desaparecido

El desbordamiento del Magro inundó casi metro y medio algunas zonas

Un joven recorre una calle de l'Alcúdia repleta de barro y enseres lanzados a perder.

Un joven recorre una calle de l'Alcúdia repleta de barro y enseres lanzados a perder. / Germán Caballero

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

"La peor inundación vivida en l'Alcúdia", llegan a decir vecinos de cierta edad que han vivido catástrofes similares. No es para menos, el desbordamiento del río Magro anegó calles, viviendas y negocios hasta alcanzar alrededor de metro y medio en algunas zonas. La DANA se ha cobrado, al menos, dos víctimas mortales a la que podría sumarse una tercera, pues todavía no se ha localizado al camionero desaparecido en la mañana del martes.

Vecinos de l'Alcúdia intentan limpiar la suciedad de sus viviendas.

Vecinos de l'Alcúdia intentan limpiar la suciedad de sus viviendas. / Germán Caballero

Según fuentes municipales, una mujer de unos cincuenta años se encuentra entre las víctimas mortales del temporal. Su vivienda, un inmueble antiguo, presentaba varios desperfectos. Su madre también ha fallecido, aunque todo apunta a que sufrió un infarto al ver la calamidad. Todavía no se ha confirmado el paradero del camionero desaparecido.

La inundación, proveniente del desbordamiento del Magro, pilló de improvisto a la población. "Todo fue muy rápido, en cuestión de un cuarto de hora el agua ya iba rapidísimo por las calles", explicaba Ana Boix, vecina de l'Alcúdia, mientras desaguaba y retiraba el barro desde su vivienda.

Sin tiempo para salvar sus enseres

"No nos dio tiempo a coger nada, ha sido un desastre. Los coches iban de aquí para allá dando golpes en las casas", relataba Maria Àngels Canet.

Un vehículo se apoya en la fachada de una vivienda.

Un vehículo se apoya en la fachada de una vivienda. / Germán Caballero

Los vecinos lamentaban la falta de información y hasta el alcalde, Andreu Salom, reconoció verse desbordado por la situación: "Nadie nos alertó de que el río se fuera a salir, vivimos un escenario dramático que nadie se esperaba. Es una gran impotencia no poder ayudar a todas las personas que lo necesitan", aseguró. Salom confiaba en que el número de víctimas mortales no ascendiese.

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