"Algemesí está totalmente devastada y tardaremos más de un mes en recuperarnos"

La UME, bomberos de distintos puntos de España y otros servicios de emergencias se unen a las labores de limpieza

Los vecinos reciben comida, agua y medicamentos tras 48 horas incomunicados

Una mujer limpia el barro de su vivienda con coches y muebles apilados.

Una mujer limpia el barro de su vivienda con coches y muebles apilados. / Saray Fajardo

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Algemesí

Algemesí abrió ayer por primera vez algunos de los accesos que habían estado cerrados durante las últimas 48 horas. Durante gran parte del martes y el miércoles, la localidad había quedado incomunicada con el fin de salvaguardar la integridad de sus vecinos y vecinas ante las inundaciones vividas al inicio de semana. 

Muchos vecinos y vecinas accedían ayer por primera vez al municipio encontrándose una imagen dantesca y, sobre todo, desoladora. Sin embargo, los afectados por el desbordamiento del río Magro también veían con esperanza, después de 48 horas sin ningún tipo de comunicación, la llegada de familiares y, sobre todo, la entrada de los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad que acudían para prestarles ayuda ante la magnitud de la tragedia. Concretamente, las calles se llenaban de agentes de la Unidad Militar de Emergencias, bomberos procedentes de otras partes de España, agentes de la Policía Local y Nacional y otros voluntarios que desde el primer momento se dejaron la piel para atender a la población y, lamentablemente, para sacar a una víctima que se sumaba a la otras tres contabilizadas. Los agentes no sólo intentaban limpiar las calles y controlar la circulación con el fin de regresar poco a poco a la normalidad, sino que también brindaban toda su solidaridad adentrándose en las propias viviendas para ayudar a los damnificados que sufrieran cualquier urgencia.

Durante la tarde del martes y toda la jornada del miércoles, los afectados permanecían en sus viviendas ante la crecida del río Magro, que había provocado una gran inundación en la mayor parte de la localidad. La falta de agua potable y de suministro eléctrico se habçia convertido en uno de los principales problemas. A ello se sumaba la escasez de alimentos, medicación y agua. Sin embargo, durante el día de ayer voluntarios de Cruz Roja accedieron a la localidad para entregar comida, botellas de agua, medicamentos y ropa. El Ayuntamiento de Algemesí había organizado un dispositivo especial para llevar a cabo el reparto. 

El silencio asustaba. Sólo se escuchaba el sonido de las sirenas de los agentes, que circulaban por la vía principal y el ruido del motor de los coches. Caminar por el municipio se convertía en un deporte casi de riesgo, ya que el barro superaba fácilmente los 30 centímetros de altura. Muchos de los afectados tenían que utilizar palos y maderas para poder mantenerse en pie. José Manuel era uno de los vecinos que recorría la avenida. Describía la situación como «una devastación total». Lamentaba que el municipio iba a tardar mucho tiempo en recuperarse. «Nos va a costar más de un mes. Queremos volver a la normalidad, pero hay mucho que hacer», añadía. 

La calle Montaña se había convertido en el epicentro del desastre. El agua recorrió decenas y decenas de metros de esta calle en pocos minutos arrasando todo lo que encontraba a su paso inundando viviendas y llevándose consigo miles de objetos y recuerdos. «Había de todo en la casa y ya no queda nada. Lo hemos perdido todo», lloraban Rosa y María Salud, mientras sacaban decenas de muebles de su vivienda totalmente anegada. En su casa, el agua había superado el metro y medio de altura. Sin embargo, en sus palabras, «dentro de la tragedia, tenemos donde dormir porque hay personas que no tienen casa». 

Vicente Carbonell no había podido acceder todavía a su vivienda, por lo que no sabía qué objetos podría conservar. «Hasta el miércoles por la tarde no se podía acceder a la calle para limpiar. Todo es barro», relataba. 

La mayoría de vecinos coincidían en la rapidez en la que circulaba el agua por la calle. «No lo esperábamos. Nos asomas a la calle y cuando nos dimos cuenta, ya estaba el agua en la vivienda. Tardó menos de diez minutos en recorrer la calle», indicaban Marga Casas y Ana Camarasa, quienes lamentan que «será difícil recuperarse». 

Los vecinos piden a las administraciones que no les olviden, como ha ocurrido en otras ocasiones. «Estamos abandonados y nadie se acuerda de nosotros», lamenta Juan, otra de las personas afectadas. «Sabemos que hay zonas muy afectadas, pero Algemesí también está muy afectado y nadie ha venido a preguntarnos», denunciaba. Ojalá no sea asíí y pronto puedan recuperar la normalidad. Muchos de ellos no olvidarán nunca esta vivencia.

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