Catadau y Llombai: «Nos enteramos días después de toda la catástrofe porque estábamos incomunicados»

Los municipios vuelven a la normalidad después de la riada que los sorprendió los primeros

Las lluvias del martes por la mañana provocaron daños materiales pero sirvieron de advertencia al vecindario

Llombai trabaja para devolver la normalidad a sus calles después de la riada.

Llombai trabaja para devolver la normalidad a sus calles después de la riada. / Ajuntament de Llombai

Catadau

Llombai y Catadau vuelven poco a poco a la normalidad después de la riada que los sorprendió la mañana del martes, horas antes de que el desastre se extendiera a todas las localidades vecinas de la Ribera Alta. La DANA que descargó hasta 350 litros por metro cuadrado en pocas horas dejó caminos anegados, viviendas inundadas y a los residentes sin agua, luz ni comunicaciones. «Nos enteramos días después de toda la catástrofe porque estábamos incomunicados, nos hemos quedado traumatizados», comenta Salva Climent, alcalde de Llombai.

Climent destaca la «complejidad de gestionar una emergencia sin líneas de comunicación». «Es muy difícil coordinarse sin saber lo que está ocurriendo alrededor. Durante tres días estuvimos sin luz y sin comunicaciones, y no sabíamos si la situación estaba mejorando o empeorando», relata a Levante-EMV.

Llombai trabaja para devolver la normalidad a sus calles después de la riada.

Llombai trabaja para devolver la normalidad a sus calles después de la riada. / Ajuntament de Llombai

Llombai se centró en una actuación por fases: primero, recuperaron el suministro de agua el jueves por la mañana. Una vez recuperada el agua, las prioridades se centraron en reestablecer la luz, aunque los cortes aún persisten de vez en cuando en algunas zonas.

Así lo confirma José Escuder, alcalde de Catadau: «Desde el ayuntamiento, lo primero que hicimos fue arreglar los accesos al depósito de agua para instalar un grupo electrógeno y poder abastecer a otros pueblos, como Llombai y Alfarb, que también dependen de nosotros». La rápida respuesta del equipo municipal ayudó a paliar la emergencia.

Coches flotando calle abajo en Llombai

Una primera riada sirvió de advertencia

Las intensas lluvias sorprendieron a la población de Catadau temprano en la mañana, cuando la primera riada azotó al pueblo. Escuder explica cómo esta primera ola de agua permitió a los residentes tomar medidas para enfrentar lo peor del temporal. «La mayoría de las personas mayores ya estaban en las zonas altas para cuando llegó la segunda riada, que ya nos cogió algo más preparados», comentó. Las autoridades locales y los vecinos comenzaron a movilizarse de inmediato para poner a salvo vehículos y coordinar la seguridad de los habitantes más vulnerables, lo que evitó víctimas en las siguientes horas, cuando llegaron dos riadas más.

Ha sido un golpe muy fuerte para toda la población, al ver el desastre que nos rodeaba, nos quedamos traumatizados

Salva Climent

— Alcalde de Llombai

Recientemente, han conseguido reestablecer las telecomunicaciones. Al hacerlo, los vecinos de estos municipios pudieron ver la magnitud de la catástrofe. «Ha sido un golpe muy fuerte para toda la población, al ver el desastre que nos rodeaba, nos quedamos traumatizados», confiesa Climent. «Tenemos daños materiales bastante grandes, pero por suerte, todo el mundo está a salvo», añade el mismo edil.

La falta de conexión para enterarse de las comunicaciones oficiales agravó el estrés de los primeros días. Las llamadas de emergencia al 112 fueron infructuosas, pues el servicio colapsó durante la tormenta. «No sabíamos cómo actuar, a dónde dirigirnos ni qué directrices seguir; fue una situación muy angustiosa para todos», afirma Escuder.

Con la situación bajo control, la prioridad de estos municipios es «la recuperación y la ayuda a los pueblos vecinos que han sido más afectados», coinciden los dos alcaldes. Los caminos rurales aún necesitan reparaciones, y las autoridades están coordinando los recursos disponibles para asegurar que se pueda restaurar completamente la infraestructura. Brigadas de voluntarios continúan movilizándose para ayudar en las localidades más afectadas, donde Protección Civil y la Policía local ofrecen sus servicios.

Tracking Pixel Contents