"Los enfermos de Alzheimer de Guadassuar van a sufrir las consecuencias de la paralización de la actividad"

AGUAFA reclama un espacio en el que poder retomar las sesiones con los 35 usuarios

Durante esta semana, el equipo se ha desplazado a las viviendas para atender las necesidades

AGUAFA presta atención a domicilio tras los daños sufridos en el centro por la dana.

AGUAFA presta atención a domicilio tras los daños sufridos en el centro por la dana. / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Alzira

La Asociación de Guadassuar de Amigos y Familiares de Enfermos de Alzheimer (AGUAFA) ha lanzado una llamada de socoro a la ciudadanía tras el paso de la dana el pasado 29 de octubre, que dejó este centro de día inhabilitado. Las inundaciones no sólo llenaron de agua y lodo este espacio, sino que también dañaron los dos vehículos adaptados y los triciclos eléctricos de uno de los proyectos que tenían puestos en marcha. "La dana reventó los vidrios y las puertas, por lo que escampó el material por la calle, inundó toda la planta baja, dañó la instalación eléctrica, la sala de descanso y la de estimulación", explica la presidenta del centro, María Olmos, quien señala que, ante esta situación, el centro no ha tenido otra opción que paralizar la actividad.

Olmos agradece la gran cantidad de voluntarios que fueron a ayudar durante los primeros días a retirar el lodo y todos los materiales inservibles, pero recalca que, en sus palabras, "ahora necesitamos un lugar en el que poder estar. Es lo prioritario". Este centro atiende diariamente a 35 familias, que buscan urgentemente una solución tras casi un mes sin poder acudir al centro. "Estos días las familias han salido a la calle para reclamar que los niños vuelvan a clase, pero nadie se ha acordado de nosotros. Igual que los menores necesitan ir al colegio, estos usuarios también necesitan regresar a la normalidad con sus actividades y rutinas", denuncia la presidenta.

Tras esta parálisis, el equipo de AGUAFA ha decidido iniciar esta semana las visitas a domicilio. "Seguimos trabajando intensamente para poner el centro en marcha y recuperar todos los servicios, pero estamos desbordados", reconoce. En el centro, la atención se realiza desde las 9 h a las 19 h durante todos los días del año. Sin embargo, ahora el horario se ha visto reducido, ya que, en sus palabras, "es imposible dar asistencia a todos durante todas las horas y toda la semana". Desde la asociación intentan realizar actividades y paseos con ellos, les visitan y si los usuarios viven cerca, intentan que se reúnan. "La atención no puede ser igual que antes por mucho que queramos", señalan.

Ante esta situación, la presidenta está trabajando para poder reubicar a los usuarios en la primera planta del centro. "No funciona el ascensor y aún no han venido a repararlo", lamenta. En este sentido, recalca que esta ausencia de actividad repercute en los propios pacientes. "Van a sufrir las consecuencias por no poder acudir a terapia", explican. Por ello, agradecen "profundamente la paciencia y el apoyo de las familias". "Esperamos volver pronto", concluyen.

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