El centro multiusos de Carcaixent se demora y obliga a reubicar de nuevo el teatro y las fallas

La constructora sufrió la inundación en Requena

Las presentaciones regresan al Magatzem de Ribera pese al reducido aforo y el ayuntamiento busca espacios para la Mostra

Estado de las obras del nuevo centro multiusos.

Estado de las obras del nuevo centro multiusos. / Perales Iborra

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

La apertura del nuevo espacio multiusos de Carcaixent se ha retrasado, sin fecha aproximada por el momento, debido a la dana. La empresa que se encarga de su construcción se encuentra entre las damnificadas por la inundación y el ritmo de trabajo se ha ralentizado durante el último mes. En consecuencia, las presentaciones falleras se celebrarán en el Magatzem de Ribera. El ayuntamiento también se ha visto obligado a reubicar su programación cultural.

Vista interior de la instalación en una imagen del martes.

Vista interior de la instalación en una imagen del martes. / Perales Iborra

La ciudad necesitaba, desde hace años, una instalación de este tipo, reivindicada por la ciudadanía y los últimos gobiernos municipales. El teatro Don Enrique, el Magatzem de Ribera y el auditorio de las dominicas se repartían hasta el pasado año la agenda cultural de la ciudad. Sin embargo, el ayuntamiento cerró el teatro ante las múltiples deficiencias técnicas. La normativa en materia de seguridad se ha vuelto más estricta y la instalación ha quedado desfasada en muchos aspectos.

De no haberse alterado el plan inicial, el consistorio tenía previsto que el espacio multiusos, que se construye cerca del centro comercial, pudiera estar operativo ya por estas fechas y, de ese modo, poder acoger ya las representaciones de la Mostra de Teatre Amateur, uno de los certámenes escénicos con más tradición del país. Sin embargo, en palabras de la alcaldesa, Carolina Almiñana, «la dana ha alterado los plazos».

«La empresa tenía todo su material en una nave en Requena que se inundó el pasado mes. Se han visto afectados los sistemas de climatización o la tarima, entre otros elementos. El trabajo ha continuado aquí durante las últimas semanas, con lo que tenían disponible, pero se ha ralentizado», ha detallado Almiñana.

Prudencia sobre el calendario

Por el momento, la alcaldesa opta por la prudencia y no pone fecha a la apertura de la anhelada instalación, consciente de que la situación ha cambiado. «Es lo que nos ha tocado, se agrava nuevamente el problema de los espacios, las representaciones deben volver al Magatzem de Ribera, la Mostra la ubicamos como buenamente podemos y así con todas las actividades culturales previstas», comentaba al respecto, resignada.

Las comisiones ya se habían despedido del histórico almacén, que con la exaltación de las falleras mayores parecía haber ofrecido su último servicio a las fiestas josefinas. El ayuntamiento tenía para el edificio otros planes, también en el ámbito cultural, dado que su reducido aforo representaba un límite. De hecho, algunas fallas debían realizar varios pases de sus representaciones en el Magatzem de Ribera, que podía acoger a medio millar de personas. La capacidad del nuevo espacio permitirá el acceso de unas mil personas de pie y otras tantas sentadas, lo que dignificará la vida sociocultural de la ciudad. 

En paralelo, el ayuntamiento trabaja en mejorar tanto el almacén como el auditorio. También se han previsto inversiones en el teatro Don Enrique, cuyas instalaciones se modernizarán para actualizar los sistemas contra incendios y las salidas de emergencias, dos de las deficiencias más importantes que presentaba en el momento en el que se cerró al público.

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