La concejala de UCIN expulsada del gobierno de Alzira denuncia "acoso laboral y sexual" del portavoz del grupo

Mar Chordá atribuye gestos obscenos a Enrique Montalvá mientras afirmaba: "Lo que tú dices me lo paso por los huevos"

El portavoz asegura que se disculpó tras ese episodio y niega el resto de acusaciones

La concejal Mar Chordá, esta mañana, en su comparencencia en el ayuntamiento.

La concejal Mar Chordá, esta mañana, en su comparencencia en el ayuntamiento. / Pascual Fandos

La guerra sin cuartel abierta en el grupo independiente UCIN-Alzira ha entrado en una nueva dimensión. La concejal Mar Chordá ha anunciado esta mañana que presentará una denuncia por “acoso laboral y sexual con técnicas de violencia verbal y vejaciones” contra el portavoz del grupo, Enrique Montalvá, al que atribuye además gestos obscenos que, según afirma, representaron “una humillación como persona y como mujer”, con expresiones como “lo que tú dices me lo paso por los huevos”.

Chordá ha relatado un episodio que supuestamente se produjo en una reunión de la comisión permanente, un órgano compuesto por escasamente cinco personas, entre ellas los dos concejales, por lo que asegura que hubo testigos y que la forma de dirigirse a ella era diferente de cómo lo hacía al resto de asistentes. Si bien asegura que ese tipo de conductas se ha producido “en reiteradas ocasiones”, no ha detallado otros episodios. Sí ha lamentado la falta de apoyo del equipo de gobierno, ya que asegura que el pasado jueves informó de estos hechos al alcalde de Alzira, Alfons Domínguez, y a la portavoz del PSOE, Gemma Alós. “Su respuesta fue que Enrique Montalvá ha sido leal al equipo de gobierno, me sentí indefensa. Dónde está ese apoyo cuando la víctima la tienes en el gobierno. Cuando una mujer denuncia un abuso o una falta de respeto es ella la que paga las consecuencias”, ha manifestado visiblemente emocionada.

Enrique Montalvá ha negado con rotundidad las acusaciones. “Estoy sorprendido y extrañado”, ha manifestado el portavoz de UCIN, que reconoce un mal gesto durante una acalorada discusión por el que, asegura, pidió rápidamente disculpas a la concejal. El edil ha señalado que cuando conozca los hechos que le atribuye Chordá también pondrá estas acusaciones en manos de sus abogados. “Ni una cosa ni la otra, con eso no tengo nada que ver”, ha señalado.

Mar Chordá fue destituida el viernes como concejal de Fiestas tras votar en el pleno en contra de una propuesta de sus socios de gobierno, Compromís y PSOE, que reclamaba la dimisión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat por su gestión de la dana. “El motivo real no es esa votación”, ha llegado a señalar la concejal de UCIN, mientras indicaba que las alusiones a su presión por aumentar la partida de su concejalía o el episodio del asesor destituido “son temas diferentes para no ver la realidad”.

Mar Chordá ha defendido que tiene el apoyo del partido en Alzira y, de hecho, ha dado cuenta de una resolución “unánime” adoptada la noche anterior en una reunión de la comisión permanente abierta a todos los simpatizantes por la que se reclamó la suspensión cautelar de Montalvá y se consideró que su expulsión como miembro del gobierno municipal conlleva la ruptura del pacto con Compromís y PSOE. Enrique Montalvá no asistió a esa reunión y la dirección nacional de UCIN ha anulado esa convocatoria al ver irregularidades. Montalvá, por su parte, ha garantizado su apoyo al gobierno municipal hasta el final de mandato.

Mar Chordá ha realizado un relato cronológico de la tensión que se ha vivido en el grupo desde hace aproximadamente mes y medio y ha aludido en primer lugar a unos mensajes con “ataques personales” de Enrique Montalvá. “Era inconcebible que una persona con la que has estado trabajando se pudiera dirigir a mi de esa manera”, ha señalado. Posteriormente, ha explicado que Montalvá empezó a imponer sus ideas y voluntades “por encima del criterio del partido” hasta que llegó la reunión en la que Chordá denuncia “un acto de total falta de respeto que me denigró como profesional elevando el tono con gritos” que, según dijo, le causaron “auténtico miedo”.

Según su relato, este episodio “con gestos obscenos” supuso un punto de inflexión en su relación con Montalvá ya que, según ha incidido, “la ansiedad y el miedo” que sintió provocaron que no se volviera a sentar con Montalvá “porque es insostenible para mi bienestar emocional y mi salud mental”. “Hay determinar que esto es acoso laboral y sexual porque los hechos acontecidos es por ser mujer, un acoso con técnicas de violencia verbal y vejaciones y gestos obscenos, donde siempre ha tenido un poder de superioridad ante mi”. Otra de las frases que Chordá asegura que no puede olvidar es cuando Montalvá se dirigió hacia ella y, “mirándome a los ojos, me dijo: tú no tienes ni puta idea de nada”.

Chordá ha dejado claro que considera que tiene el respaldo del partido y que no va a dejar el acta concejal. Ha subrado que quien ha incumplido la disciplina del partido es Montalvá.

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