Alzira

La concejal de UCIN presenta la denuncia por acoso y Montalvá replica que defenderá su honor ante las "falsedades"

El portavoz del grupo independiente se mantiene en el gobierno municipal, que guarda silencio

Mar Chordá, el martes, al acceder a la sala de prensa del ayuntamiento.

Mar Chordá, el martes, al acceder a la sala de prensa del ayuntamiento. / Pascual Fandos

Alzira

La concejal de UCIN en Alzira, Mar Chordá, formalizó el mismo martes por la noche la denuncia por acoso que había anunciado unas horas antes contra el portavoz del grupo municipal y teniente de alcalde, Enrique Montalvá. Chordá se ha limitado hoy a confirmar este extremo, en una jornada de silencios en la que el único pronunciamiento ha sido el del propio Montalvá, que se ha mostrado firme al señalar que actuará judicialmente para defender su honor ante las «falsedades» vertidas. 

No ha habido tampoco ninguna reacción pública por parte de los socios de gobierno, Compromís y PSOE, a los que Chordá asegura que informó del comportamiento de Montalvá que le ha llevado a realizar las acusaciones de presunto acoso laboral y sexual, sin obtener amparo. Según el relato que realizó la exconcejal de Fiestas, facilitó esta información el jueves de la semana pasada, un día después del pleno en el que votó en contra de la moción que reclamaba la dimisión de Mazón por la gestión de la dana y uno antes de que el alcalde, Alfons Domínguez, le retirara las competencias alegando pérdida de confianza, lo que suponía su expulsión del equipo de gobierno.

En este ínterin, y mientras unos y otros buscan asesoramiento jurídico dada la gravedad de las acusaciones lanzadas por Mar Chordá, Montalvá se mantiene como miembro del equipo de gobierno. Montalvá había garantizado su respaldo a la coalición tras estallar la crisis en UCIN, antes de las acusaciones de Chordá. Siempre ha defendido que su palabra es continuar hasta el final del mandato. Su voto garantiza una mayoría estable.

Silencio en el gobierno

El alcalde de Alzira, que el día anterior había negado que tanto él como la portavoz del PSPV-PSOE, Gemma Alós, tuvieran información de denuncia o de hecho punible alguno, ha evitado hoy cualquier otro pronunciamiento sobre las acusaciones de la concejal.

La guerra abierta en el seno de UCIN-Alzira saltó a la esfera pública en el último pleno celebrado por el ayuntamiento, cuando ante la moción firmada por Compromís y PSOE para reclamar la dimisión del presidente de la Generalitat, Chordá votaba en contra mientras Montalvá optaba por la abstención. Los acontecimientos se han precipitado desde entonces. Dos días después del pleno, Domínguez retiraba las competencias que había delegado en Chordá. El alcalde explicó que el voto en contra había sido el último episodio de una relación que la edil había tensado durante semanas con sus repetidas exigencias de aumentar la partida del área de Fiestas, a las que había que sumar el episodio del asesor designado por UCIN que, en base a los informes jurídicos, ha tenido que ser cesado con carácter retroactivo desde el mes de agosto por no haber solicitado la compabitilidad para ejercer el cargo mientras mantenía su empleo en la empresa privada.

Acusaciones públicas

El conflicto político y la lucha por retener las siglas que se ha abierto en la agrupación de UCIN-Alzira entró el martes en otra dimensión con las acusaciones que realizó Mar Chordá contra Montalvá en una rueda de prensa. Fuentes consultadas señalan que por la noche formalizó la denuncia en la comisaría de Alzira. 

Si bien la edil no ha querido dar ningún otro detalle del contenido de la denuncia, en su comparecencia acusó a Montalvá de «acoso laboral y sexual con técnicas de violencia verbal y vejaciones», además de atribuirle gestos obscenos «que representaron una humillación como persona y como mujer». La edil atribuyó a Montalvá frases como «lo que tú dices me lo paso por los huevos» o «tú no tienes ni puta idea de nada» en episodios diferentes y, en uno de ellos, aseguró haber sentido «auténtico miedo».

Montalvá, que el martes reconoció un gesto feo durante una discusión pero asegura que rápidamente pidió disculpas, calificó ayer de «falsedades» las acusaciones de acoso, dijo estar a la espera de que se formalizara la denuncia anunciada «para poder defenderme» y mostró también su intención de adoptar las medidas oportunas para defender su honor ante la gravedad de las acusaciones vertidas por la que había sido la número dos en la candidatura de UCIN.

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