«El tornado arrancó un ventanal de cuatro metros como si fuese de papel»

La comarca contabilizó hasta diez ciclones el día de la dana con vientos que superaron los 200 km/h

El tornado desplazó muebles y arrancó el ventanal de la vivienda de Susana Bosch.

El tornado desplazó muebles y arrancó el ventanal de la vivienda de Susana Bosch. / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Alzira

La Ribera no sólo sufrió el 29 de octubre el desbordamiento del río Magro, que anegó de agua y lodo muchos municipios de la comarca, que todavía siguen trabajando para intentar recuperar la normalidad, sino que sus vecinos y vecinas también presenciaron hasta diez tornados que recorrieron localidades como Alginet, Benifaió o Carlet llegando a alcanzar, en algunos casos, el nivel EF2, con vientos de entre 179 y 218 km/h. 

Susana Bosch fue testigo de uno de ellos en Alginet. Sobre las 15:50 h, un tornado de entre 138 y 178 km/h recorrió 5,3 kilómetros de esta localidad desde la A-7 y hasta el polígono industrial dejando a su paso numerosos daños en viviendas, en el polideportivo municipal o en el CEIP Vicente Blasco Ibáñez. Esta vecina todavía recuerda aquella jornada con terror. «Estaba en casa y se fue la luz, pero no llovía mucho», explica Bosch, que se encontraba en el sofá descansando cuando todo sucedió. 

Los vecinos de la localidad, y ante la alerta roja de AEMET, estuvieron pendientes durante toda la jornada del barranco de la Forca, ya que Bosch reconoce que «suele salirse cuando llueve mucho y provocar alguna pequeña inundación». Sin embargo, en aquel momento el peligro no venía por el barranco. «Nunca imaginaba que fuera a vivir algo así», inicia la conversación. La afectada recuerda que todo ocurrió en cuestión de medio minuto. «Tenía todas las ventanas y persianas cerradas, ya que me encontraba descansando, por lo que no sabía qué estaba pasando. Solo recuerdo que escuchaba mucho ruido», indica. Bosch presenció como las ventanas de la vivienda empezaban a moverse como si, en sus palabras, «fueran de papel». Ante esta situación, decidió esconderse en la habitación más alejada, ya que se encontraba sola en la vivienda. «No sabía qué estaba pasando, por lo que tenía miedo de salir. Sufrí mucha ansiedad», lamenta. 

"Parecía que hubiese caído una bomba"

A los pocos minutos, y «tras escuchar un poco más de silencio», esta vecina regresó al comedor para ver qué había ocurrido realmente. «Cuando fui a la cocina, parecía que hubiese caído una bomba en la vivienda porque estaban todos los muebles desplazados, los cuadros en el suelo, había trozos de las persianas por todas partes, el lavaplatos lo había desplazado hasta la galería y los cristales del ventanal de cuatro metros estaban destrozados», recalca Bosch, quien reitera en varias ocasiones que pasó «mucho miedo». 

Tras asomarse a la ventana, la imagen en el exterior era muy similar. El tornado había destrozado farolas, tejados y paredes e, incluso, arrancó los árboles del lugar. «Parecía una película porque nunca habíamos vivido una situación así en la zona», explica. 

Además, esta localidad también sufrió las inundaciones por el desbordamiento del río Magro. «Al arrancar el ventanal, toda la lluvia entraba en la vivienda», recuerda esta vecina, que, como la mayoría de los valencianos, no olvidará nunca aquella trágica jornada.

Tracking Pixel Contents