La despoblación acecha a cuatro pueblos por su elevado índice de dependencia

El indicador que mide los residentes que no están en edad de trabajar supera el 60 % en l’Énova, Antella, Llaurí y Tous, aunque solo el censo de esta última localidad ha crecido en las últimas décadas

Una mujer con el carro de compra por una calle de Antella, imagen de archivo.

Una mujer con el carro de compra por una calle de Antella, imagen de archivo. / Perales Iborra

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

El índice de dependencia representa uno de los principales indicadores que se utilizan para medir la despoblación de un territorio. Se considera que una tasa que iguale o supere el 60 % ya implica que un municipio cumple uno de los factores de riesgo. En el caso de la Ribera, son cuatro las localidades que se encuentran en dicho umbral, aunque otras doce se quedan a solo cinco puntos porcentuales de alcanzarlo.

Este indicador demográfico muestra el porcentaje de población que se considera dependiente, por ser menor de 16 años y mayor de 65, sobre el resto, que en términos estadísticos refleja al segmento que se encuentra en edad de trabajar. Aunque también entran en la ecuación los niños, un valor elevado suele evidenciar el envejecimiento de un territorio y, por ende, su mayor riesgo de despoblación. 

Si el valor obtenido es igual o superior a 60, el índice de dependencia comienza a ser preocupante. En el conjunto de la autonomía, son 201 las localidades que se encuentran dentro de dicho umbral. En el caso de la comarca, y según los datos estudiados por el Institut Valencià d’Estadística (IVE) referentes al año 2023, l’Énova es el municipio que presenta un porcentaje superior, al situarse en el 67,6%. Con todo, se encuentra muy por debajo de las poblaciones que presentan un mayor porcentaje de vecinos en edades consideradas como dependientes en la Comunitat Valenciana: Famorca (117,4%), San Fulgencio (108%) i Benafigos (107,6%).

Antella, con un 66 %, es el segundo municipio de la Ribera que presenta un mayor índice de dependencia. A esta circunstancia hay que añadir, como ya informó Levante-EMV, el hecho de ser el pueblo que, en proporción, más vecinos ha perdido. Es decir, durante las últimas décadas, ha ganado población que supera los 65 años mientras, en términos absolutos, su censo se reducía progresivamente. Reúne, por tanto, dos de los factores que determinan si existe riesgo de despoblación.

Un índice de dependencia similar registra Llaurí, con un 65,8%. Al igual que sucede en Antella, la localidad de la Ribera Baixa también ha experimentado en los últimos años un descenso del padrón que ha ido acompañado de un envejecimiento de sus vecinos. Aunque, en su caso, la tasa de crecimiento vegetativo muestra una reducción del censo menor, del -8,1% frente al 26,7% de Antella.

El cuarto, y último, municipio de la Ribera que presenta un índice de dependencia que se considera de riesgo es Tous, con un 60%. No obstante, su caso es diferente a los expuestos anteriormente, ya que su población ha crecido en las últimas décadas. Si bien es cierto que el padrón experimentó una tendencia a la baja a finales del pasado siglo, desde el año 2003 el censo ha seguido una línea ascendente.

12 municipios, a 5 puntos de alcanzar el umbral de riesgo

El informe estadístico sitúa a una docena de localidades en unos índices de dependencia cercanos al 60%. Por encima del 55% se encuentran, también: Alberic (55,3%), Benifaió (55,4%), Càrcer (58,8%), Carlet (56,4%), Cotes, (55,4%), Gavarda (59,6%), Guadassuar (59,2%), Massalavés (57,8%), la Pobla Llarga (57,3%), Sumacàrcer (57%), Corbera (56,8%) y Fortaleny (55,5%).

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents