Un nuevo rodaje consolida el histórico Ateneo de Sueca como escenario cinematográfico

El singular inmueble de estilo modernista valenciano ha acogido en dos años la grabación de media docena de producciones

Rodaje en julio de 2024 en el Ateneo Sueco del Socorro, en Sueca.

Rodaje en julio de 2024 en el Ateneo Sueco del Socorro, en Sueca. / Perales Iborra

El Ateneo Sueco del Socorro, una de las joyas arquitectónicas de la capital de la Ribera Baixa, vuelve a abrir sus puertas a un rodaje cinematográfico esta semana. Este edificio ecléctico de los años veinte, conocido por su estilo a caballo entre el modernismo valenciano y el art déco, sus pinturas murales y su encanto histórico, se consolida como un escenario atractivo para la industria tras haber albergado media docena de películas y publicidad en los últimos dos años.

Juan Gabriel Sanz, presidente de la Sociedad del Ateneo Sueco del Socorro, detalla la singularidad de este amplio edificio: «Tiene características que se adaptan perfectamente a los rodajes, ya sea de publicidad o incluso de películas, sobre todo ambientadas en los años treinta y cuarenta». El rodaje que tendrá lugar este miércoles será un anuncio para la marca de bebidas Johnnie Walker.

Ateneo Sueco del Socorro, en Sueca.

Ateneo Sueco del Socorro, en Sueca. / Perales Iborra

En menos de dos años, habrán tenido lugar unos cinco rodajes en este edificio: una publicidad del Ministerio de Igualdad, otra para Papas Vicente Vidal, escenas de la película «La invasión de los Bárbaros», este último spot para la conocida marca de whisky y un nuevo proyecto previsto para el mes que viene «de un afamado cineasta», según Sanz. Pero las productoras ya habían echado el ojo al Ateneo para otras películas como «Vasil» en 2021, «Federica Montseny, la dona que parla» en 2020 o, más atrás en el tiempo, «Tranvía a la Malvarrosa» en 1997.

Lugar de debate intelectual

Tradicionalmente, el Ateneo fue un lugar de reunión para los trabajadores del campo suecano, es decir, del arroz. La sociedad data de 1869, cuando los jornaleros se asociaron para ayudarse los unos a los otros en épocas de precariedad a través de microcréditos y para tener un lugar de reunión y debate intelectual al salir del trabajo. «Siempre hubo muchos casinos en Sueca, pero es cierto que la mayoría de socios del Ateneo tendían a una ideología de izquierdas, aunque hoy ya no vemos colores», recuerda Sanz. En 1929 se inauguró la sede actual, una obra del arquitecto suecano Juan Francisco Guardiola Martínez, que da por delante al carrer Sequial y por detrás al carrer La Punta.

Poco a poco, la actividad en el Ateneo fue bajando hasta llegar al presente, en el que cuenta con unos 160 socios que pagan una cuota anual de 54 euros, una cantidad que «apenas cubre los gastos de mantenimiento de un edificio tan grande como este», en palabras de Sanz. El presidente de la sociedad explica que los rodajes son una nueva fuente de ingresos para la entidad: «Los socios de hoy no son como los de antes, la gente deja los bares, se junta en otros sitios... Lo de los rodajes es una manera de sobrevivir. Tenemos contactos con localizadores de productoras y ofrecemos tarifas económicas aprobadas por la asamblea para el uso del espacio», comenta.

Un nuevo enfoque «más cultural»

El Ateneo está trabajando en un proyecto de restauración del techo y de reforma para mejorar la accesibilidad y la seguridad contra incendios, lo que permitiría reabrir partes actualmente cerradas del edificio. Además, la sociedad mantiene un convenio con el Ayuntamiento de Sueca para que los jubilados y los pensionistas puedan hacer uso de sus instalaciones sin necesidad de pagar la cuota. Sanz expone que pretenden renovar este convenio, que caduca este año, pero con un enfoque distinto: «Queremos darle una vida más cultural con presentaciones de libros, exposiciones de pintura, conciertos y charlas, además de los servicios de restaurante que ya ofrecemos».

Rodaje en julio de 2024 en el Ateneo Sueco del Socorro, en Sueca.

Rodaje en julio de 2024 en el Ateneo Sueco del Socorro, en Sueca. / Perales Iborra

Elma Peiró, gerente del servicio de hostelería del Ateneo desde hace casi dos años, ha sido testigo del auge cinematográfico y social de este espacio: «La amplitud, la luz y los techos altos lo hacen un lugar ideal para grabar películas. Hemos llegado a tener a más de cien personas entre extras, actores y el equipo técnico», detalla.

Peiró destaca que el resurgimiento del Ateneo como punto de interés cultural ha atraído a más visitantes y ha incrementado la visibilidad del edificio, que forma parte de la ruta modernista de Sueca por su arquitectura, pinturas murales del pintor Alfredo Claros y detalles como la lámpara de la sala principal, rescatada del Teatro Serrano, del mismo arquitecto. «Cada semana recibimos grupos de fuera que vienen a propósito a visitarlo», comenta. Y es que, como expresa su presidente, el Ateneo Sueco del Socorro es un lugar de encuentro «abierto al pueblo porque así lo ha sido siempre».

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