El drama de las fincas más vulnerables de Algemesí para iniciar la reconstrucción

Una comunidad de propietarios del barrio del Raval se enfrenta a una derrama de 10.000 euros por persona a la espera de las ayudas por parte del Consorcio de Compensación de Seguros

Situación de las viviendas de una comunidad de propietarios del Raval.

Situación de las viviendas de una comunidad de propietarios del Raval. / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Una comunidad de propietarios del barrio del Raval de Algemesí, compuesta por 160 viviendas, espera casi 80 días después del desbordamiento del río Magro la llegada de un perito del Consorcio de Compensación de Seguros que valore los daños ocasionados por las inundaciones del pasado 29 de octubre para poder optar a las ayudas autonómicas y estatales.

Once semanas después de la trágica dana, estos vecinos siguen sin suministro de agua, ya que las bombas se encuentran en el sótano, por lo que están dañadas y anegadas de lodo y, además, los diez ascensores todavía están averiados, lo cual dificulta que muchos propietarios puedan moverse de sus casas. A ello se suman los gastos económicos a los que han tenido que hacer frente los propietarios durante las últimas semanas para iniciar poco a poco la reconstrucción de estas viviendas, la mayoría de las cuales se encuentran okupadas. Unas 100 residencias son viviendas sociales que pertenecen a la Generalitat Valenciana, la cual debe, en palabras de la comunidad, asumir los costes, aunque su presidente, Juan Carlos Martín, denuncia la "falta de respuesta". De ellas, el 90 % están okupadas, mientras que otras 30 pertenecen a entidades financieras y el resto (30) son de propiedad privada, por lo que han sufrido pérdidas materiales más allá de sus viviendas.

Situación de las viviendas de una comunidad de propietarios del Raval.

Situación de las viviendas de una comunidad de propietarios del Raval. / Levante-EMV

"Los desafíos son abrumadores", señala el administrador de esta comunidad, Adrían Palmero. Los residentes han tenido que pagar algunas de las actuaciones más urgentes como la contratación de una empresa, con un coste de 165.000 euros, para retirar el agua y el lodo de los sótanos, en los cuales se encuentran además las bombas de agua. "La mayoría de la deuda se mantiene pendiente con la empresa contratada, que ha continuado los trabajos pese a la falta de liquidez de la comunidad", indica Palmero. Por su parte, añade que la reposición del servicio de agua asciende a 32.000 euros, lo cual "por el momento, resulta inasumible". "Desde el 29 de octubre, seguimos sin agua, y la que llega lo hace con poca presión, por lo tenemos que recurrir a cubos", lamenta Martín.

Respecto a los diez ascensores que siguen sin funcionar, esta comunidad todavía no ha recibido un presupuesto para su reparación, aunque podría rondar los 400.000 euros. Sin embargo, y según un estudio preliminar realizado junto al Instituto Valenciano de la Edificación, los daños en toda la comunidad ascienden a 1,5 millones de euros. "Es una cifra desmesurada para una comunidad cuyos recursos están severamente limitados", denuncia el presidente.

"Debe asumirlo el consorcio"

Ambos denuncian la demora por parte del Consorcio a la hora de evaluar los daños. "Debe asumirlo el consorcio, pero si no llegan las ayudas, nos tocará pedir un préstamo", indica Martín. En el caso de que la comunidad no pueda obtener una póliza de crédito por parte de una entidad financiera, el administrador explica que deberán convocar una Junta Extraordinaria para "valorar nuevas opciones de financiación como una derrama extraordinaria". "Esta opción resulta inviable para la mayoría de propietarios, ya que supondría cerca de 10.000 euros para cada uno de ellos", explica el administrador.

"No hemos recibido ninguna ayuda, por lo que es una situación desesperante, ya que no tenemos dinero", concluye el presidente, quien espera obtener "pronto" una respuesta.

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