El Seat 600 de Pepe Arenes, un vecino de Carlet, fue de los pocos vehículos que se encontraba en su garaje ubicado en Guadassuar cuando el desbordamiento del Magro inundó esta localidad de la Ribera. Arenes estaba en Carlet durante aquella trágica jornada del 29 de octubre. A pesar de que intentó por todos los medios regresar a su vivienda y, así, poder recuperar los vehículos del sótano, las primeras inundaciones le obligaron a retroceder. "Intenté regresar, pero el río ya se estaba saliendo", recuerda.

Muchos vecinos de su edificio consiguieron rescatar sus coches de este garaje, pero él no tuvo la misma suerte. "Fue el único que se quedó. Los vecinos me decían que, cuando bajaban a por el coche, les daba pena verlo allí porque era el único que quedaba", explica el propietario de este vehículo de 1969, que adquirió hace dos años.

El Seat 600 permaneció durante más de quince horas en este espacio junto a otro coche Mini antiguo y un Vespino lleno de barro y agua. Sin embargo, y a pesar de que Arenes creía que no podría rescatarlo, su sorpresa fue mayúscula cuando intentó arrancarlo. "Lo saqué, intenté arrancarlo y funcionaba", afirma este vecino de Carlet, que también pudo recuperar su Vespino y el Mini. Señala que el vehículo sólo ha tenido que ser sometido a "reparaciones mínimas". "Sólo le saqué el agua del motor y le puse aceite nuevo", indica.

Este vecino guarda muchos recuerdos con este vehículo, por lo que recuperarlo se había convertido prácticamente en "una necesidad". "Me dio mucha pena verlo así", recuerda. Por ello, estuvo varios días limpiándolo para recuperar su aspecto original. Reconoce que "al no contar con una parte electrónica, es más fácil recuperarlo". "Ha corrido mejor suerte que las decenas de miles de vehículos que lamentablemente han quedado inservibles", añade.

Ahora el damnificado pasea el vehículo con total orgullo por las calles de la localidad ante la atenta mirada de los vecinos que no son capaces de entender como ha podido recuperar este vehículo.

Reparación de Vespinos

Arenes también consiguió reparar el Vespino que tenía en este garaje. Tras el éxito, decidió ayudar a otras personas que poseían este tipo de vehículos que también se habían visto afectados por las inundaciones.

Un día después de la dana se encontraba junto a otros vecinos limpiando las calles de su municipio cuando vio que un damnificado iba a tirar su moto, ya que "le habían dicho que no funcionaría". "Le pedí que me lo dejara por si tenía solución", explica Arenes, quien estuvo toda la tarde intentando reparar el Vespino. Finalmente lo consiguió. "Cuando se lo di estaba muy contento porque era el único vehículo con el que podía desplazarse", recuerda. Tras ello, el vecino de Carlet decidió prestar ayuda a más propietarios de Vespinos mediante un anuncio en sus redes sociales.

Arenes ya ha reparado de manera gratuita más de una veintena, aunque el listado no deja de crecer. Para él, la mayor recompensa en poder sacar una pequeña sonrisa a los damnificados entre tanta catástrofe.