El edil denunciado atribuye la presión de Ens Uneix a un intento de derribar al gobierno de Alzira

Montalvá niega las acusaciones de acoso e incide en el trasfondo político del cerco tras su negativa a abandonar la coalición y propiciar un cambio

Enrique Montalvá, en el centro, en el salón de plenos, el pasado mes de diciembre.

Enrique Montalvá, en el centro, en el salón de plenos, el pasado mes de diciembre. / Perales Iborra

El portavoz de UCIN en el Ayuntamiento de Alzira, Enrique Montalvá, se ha mantenido en silencio desde hace más de un mes a la espera de algún pronunciamiento del juzgado o de la fiscalía mientras arreciaba la tormenta por las acusaciones de acoso de su compañera de grupo, Mar Chordá. La última iniciativa de la portavoz de Ens Uneix en la Diputación de Valencia, Natàlia Enguix, que ha elevado una propuesta para emplazar a que se revisen los protocolos de acoso en los ayuntamientos y que reclama al gobierno de Alzira que garantice un entorno laboral seguro y respetuoso a Chordá, le ha llevado a romper esa actitud reservada. Montalvá niega las acusaciones de acoso laboral o sexual que ha vertido Chordá, aunque mantiene que su intención es aclararlo en sede judicial -“se han dicho muchas falsedades y no he hecho nada”, mantiene– y atribuye la iniciativa de la vicepresidenta primera de la Diputación y responsable del área de Igualdad a una estrategia para derribar al gobierno alzireño (Compromís, PSOE y UCIN) y favorecer la expansión de Ens Uneix o, en su defecto, de la Unión Municipalista de la que forma parte.

Montalvá se muestra cauto a la espera de que los tribunales se pronuncien, pero señala que, hasta el momento, la única notificación que tiene corresponde a la diligencia que le entregó la Policía Nacional cuando fue citado a declarar el pasado 9 de diciembre que, en el encabezamiento, señala que ha sido denunciado por “acoso laboral”. “Se están haciendo acusaciones muy graves y, al menos, en el caso de la policía, no me hace otra acusación. Hay que diferenciar dos fases, una política y otra judicial, que hay que respetar y creo que no la están respetando”, señala el edil alzireño en referencia a las diferentes declaraciones que ha suscitado la denuncia de Chordá contra él. La edil habló inicialmente de acoso laboral y sexual, si bien posteriormente ha matizado la acusación para hablar de acoso laboral por razón de sexo, es decir, por ser mujer.

Sobre la vertiente política, Montalvá no duda en señalar que Ens Uneix ha aprovechado esta coyuntura como estilete para intentar provocar un cambio de gobierno al estilo de la moción de censura de Sueca, sino está también detrás de la propia denuncia, tras su negativa a participar en este proceso. “Han venido a comprarme, pero se han encontrado con una persona íntegra”, señala. El voto de Montalvá es clave, especialmente tras la expulsión de Mar Chordá del gobierno, ya que garantiza al gobierno local la mayoría absoluta.

Propuesta de moción de censura

No es la primera vez que el portavoz de UCIN alerta de esta maniobra política. De hecho, tanto Enrique Montalvá como la portavoz del PSOE, Gemma Alós, manifestaron a mediados de diciembre que el asesor de UCIN que destituyó el equipo de gobierno, Antonio Pelayo, les ofreció por separado la alcaldía a través de una moción de censura tras supuestamente haber negociado el respaldo de Ens Uneix. Tanto la formación independiente como el propio Pelayo negaron en su momento este extremo.

Montalvá insiste en que un emisario que decía hablar en nombre de Natàlia Enguix le planteó un acuerdo por el que, si aceptaba, “en una semana me decía que me convertía en alcalde y que traería al PP de la oreja”. Los votos del principal grupo de la oposición (PP) son necesarios en cualquier mayoría alternativa, que también se presume muy complicada dada la diversidad de fuerzas y los precedentes de conflictos entre ellas. El edil de UCIN señala que, previamente, habían intentado que asistiera a una reunión con Enguix, incluso “en una gasolinera”, señala, que él rechazó. Por su parte, Gemma Alós (PSOE) reconoció en su momento que recibió la misma propuesta. “Nos han tentando de todas las maneras posibles”, señaló.

Mar Chordá, Antonio Pelayo y Héctor Rosell, de UCIN Alzira, con Jorge Rodríguez y Natàlia Enguix, de Ens Uneix, en la convención de la Unión Municipalista.

Mar Chordá, Antonio Pelayo y Héctor Rosell, de UCIN Alzira, con Jorge Rodríguez y Natàlia Enguix, de Ens Uneix, en la convención de la Unión Municipalista. / Levante-EMV

Enrique Montalvá enmarca en este contexto el episodio que desencadenó la denuncia de Chordá, una reunión de cinco afiliados de UCIN en la que ante las exigencias para tensionar el pacto de gobierno o incluso romperlo de algunos asistentes, como Pelayo o Chordá, mostró su hartazgo con una expresión en valenciano acompañada de un gesto obsceno, aunque asegura que no dirigido a nadie en particular. Chordá, por su parte, ha dejado entrever que existen otros precedentes.

El edil considera que su negativa a propiciar el cambio de gobierno está en el origen de este cerco de Ens Uneix contra él y señala que “están utilizando a dos personas”. Por lo que respecta a su presencia en el gobierno, afirma sentirse “reforzado”.

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