Algemesí sigue sin farmacia de guardia tres meses después de las inundaciones

Los vecinos deben desplazarse a localidades cercanas, a partir de las 20 h, para poder comprar medicinas y fármacos recetados

La gente espera a las puertas de una farmacia en Algemesí, en una imagen de archivo.

La gente espera a las puertas de una farmacia en Algemesí, en una imagen de archivo. / Agustí Perales Iborra

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Tres meses después de las inundaciones, algunos municipios afectados por la dana siguen sin poder cubrir servicios y ncesidades básicas para la ciudadanía. 

Entre las diferentes demandas, los vecinos y vecinas de Algemesí siguen sin tener una farmacia de guardia a la que poder acudir en caso de necesitar medicamentos desde que se desbordó el río Magro el pasado 29 de octubre. 

Estos establecimientos sólo ofrecen, según ha podido comprobar este diario, su servicio de 9 h a 20 h, de lunes a viernes, mientras que el sábado se puede acudir hasta las 21 h. Esta situación, que parece demorarse en el tiempo, ha provocado cierto malestar entre la ciudadanía, que se ve obligada a desplazarse a otras localidades cercanas durante las noches para poder adquirir fármacos. Sin embargo, cabe recordar que muchos residentes todavía no tienen un vehículo con el que poder moverse, ya que su coche fue dañado por el desbordamiento del río Magro y, por lo tanto, sólo pueden adquirir los medicamentos en las farmacias de este municipio durante el día. Entre los afectados, se encuentran personas mayores o familias vulnerables que no disponen de un turismo con el que moverse, puesto que hace unas semanas las aseguradoras calculaban que cerca de 10.000 vehículos habían sufrido las consecuencias de las inundaciones. Muchos de ellos han sido reconocidos como siniestro total y, por lo tanto, sus propietarios deben encontrar otra alternativa. 

Ante esta situación, los dueños de algunas farmacias consultadas en Algemesí señalan a Levante-EMV que han tenido que suprimir este servicio nocturno tras el paso de la dana el pasado 29 de octubre. Lamentan que hay establecimientos que no han podido recuperar todavía la completa normalidad, ya que el agua y el lodo superó el metro y medio de altura, por lo que no disponen de mobiliario para colocar los productos y poder trabajar y atender de forma correcta a los clientes. «Hay farmacias que todavía no están habilitadas tras las inundaciones porque lo hemos perdido todo», explica una trabajadora afectada. Señala que los locales trabajaron a contrarreloj para poder prestar los servicios básicos horas después de la catástrofe, pero todavía no disponen del material ni los muebles necesarios. En su caso, señala que la farmacia todavía no tiene puertas, por lo que es «difícil» prestar servicio de guardia. Sin e,bargo, los propietarios ultiman las tareas para poder volver a prestar el servicio de guardia durante la próxima semana y evitar desplazamientos a otras localidades.

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