La Ribera suma 300 casas inhabitables y una veintena para derribar tras la dana

Guadassuar y l’Alcúdia cuentan con más de un centenar de inmuebles afectados, aunque sin problemas estructurales graves

El IVE contabiliza 42 viviendas desalojadas en los distintos municipios afectados

Viviendas situadas en la avenida de Carlet, en el barrio del Raval de Algemesí, que serán derribadas.

Viviendas situadas en la avenida de Carlet, en el barrio del Raval de Algemesí, que serán derribadas. / Agustí Perales Iborra

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Tania Giménez todavía no ha podido regresar a su casa situada en Guadassuar tres meses después del desbordamiento del río Magro. Junto a su madre y su hermana tuvieron que desplazarse a la vivienda de su padre, la cual se encuentra situada en esta misma localidad y, por suerte, no se vio anegada de agua y lodo el pasado 29 de octubre tras la trágica dana.

En su caso, el agua superó el metro y medio de altura, por lo que los muebles y electrodomésticos quedaron inservibles. A ello se suma el frío y la humedad, lo cual dificulta todavía más el regreso a esta vivienda coincidiendo con las bajas temperaturas registradas este invierno. Sin embargo, esta no es la única vivienda que todavía no es habitable en esta localidad. Según un informe del Instituto Valenciano de la Edificación (IVE) a fecha del 14 de enero, en Guadassuar hay 150 viviendas inhabitables a causa de las inundaciones. El alcalde de este municipio, Vicent Estruch, ya alertaba hace unos días a este diario que «las calles de la localidad se encuentran vacías. Sólo hay que pasear por algunas zonas para ver la trágica situación que estamos viviendo». Algunas familias habían decidido abandonar sus domicilios tras la riada, mientras que otras seguían viviendo «en muy malas condiciones, ya que no tenían otra alternativa habitacional». 

La Ribera contabiliza, según el informe, un total de 307 domicilios en los que no se puede residir tras el paso de la dana. De ellos, 42 viviendas han tenido que ser desalojadas. Como se recoge en el documento, la gran mayoría de estas casas no cuentan con problemas estructurales graves, sino que «el agua ha barrido baños, cocinas, tabiques, instalaciones... que hacen las viviendas inhabitables y, por lo tanto, no ha habido necesidad de tomar medidas preventivas». 

Guadassuar y l’Alcúdia concentran el mayor número de viviendas inhabitables, con 150 y 100 casos respectivamente. En el caso de l’Alcúdia, una veintena tuvieron que ser desalojadas. Algemesí, a pesar de convertirse en el epicentro de la catástrofe en la Ribera, sólo contabiliza veinte, de las cuales diez han tenido que ser abandonadas por sus propietarios. 

Según muestra el IVE, quince viviendas de Alberic tampoco son habitables. Por su parte, Benicull cuenta con seis inmuebles afectados, que también han tenido que ser desalojados, mientras que cinco familias de Catadau han tenido que dejar sus domicilios. Riola y Turís, por su parte, cuentan con casas inhabitables en cada caso, aunque han sido desalojadas dos y una familia respectivamente. Por último Llombai y Carcaixent suman un inmueble desalojado, según recoge el IVE. 

Derribos totales y parciales

El Instituto Valenciano de Edificación contabiliza un total de 19 edificios en toda la comarca que deberán ser derribados total o parcialmente en los próximos meses. 

Algemesí contabiliza siete expedientes con necesidad de demolición. La mayoría de estas viviendas se encuentran en la avenida de Carlet, que es la vía más próxima al río Magro. En algunas de estas casas, el agua se llevó paredes dejando al descubierto el interior del inmueble. Ante el peligro que presentan estas viviendas, el consistorio ha realojado a todas las familias afectadas. 

L’Alcúdia, por su parte, cuenta con tres expedientes de demolición, mientras que en las localidades de Montserrat, Montroi, Turís y Llombai hay dos viviendas para derribar. Por último, el informe contabiliza otra inmueble afectado que deberá ser derribado en Catadau.

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