Cullera
Las obras de urbanización del Manhattan se prolongarán dos años
El consistorio prevé ejecutar en los 12 primeros meses la red de pluviales, agua potable o saneamiento
La jardinería y la señalización se desarrollarán en el último tramo

Terrenos en los que se situará el PAI Bega-Port, conocido popularmente como el Manhattan de Cullera. / Agustí Perales Iborra

El proyecto del PAI Bega-Port, conocido popularmente como el Manhattan de Cullera, ha iniciado su andadura. Tras la aprobación en el último pleno extraordinario de la nueva adaptación, que reduce los costes de urbanización a 93 millones cuando se estimaban en cien, ahora son los propietarios quienes deben decidir. Estos tienen un plazo de dos meses para determinar si pagarán las cuotas en efectivo o con terrenos.
El siguiente paso podría producirse en seis meses. "En otro pleno presentaremos la aprobación inicial del proyecto de reparcelación para que se determine cuál es la propiedad de cada uno y se estudien los costes", explicó el alcalde de la ciudad, Jordi Mayor. A partir de ese momento, podría llevarse a cabo el proyecto de ejecución para llevar a cabo las obras. El consistorio no se ha aventurado a establecer una fecha concreto, pero reconoce que "es un proceso complejo. Sólo la tramitación administrativa se prolongará unos dos años".
El ayuntamiento estima que el plazo de ejecución de las obras de urbanización será de 24 meses. Así se recoge en el informe "Adaptación de programa desarrollado de actuación integrada gestión directa Sector NPR-5 Vega-Puerto Cullera" publicado por el consistorio con motivo de la exposición pública de la nueva adaptación del PAI y el proyecto de urbanización Bega-Port, cuyo objetivo es reducir las cargas urbanísticas del sector para mejorar su viabilidad e incorporar criterios de sostenibilidad.
El proyecto, que abarca 610.340 metros cuadrados en unos terrenos junto a la desembocadura del Xúquer donde actualmente se celebran los festivales Zevra y Medusa, prevé la construcción de cuatro hoteles -dos de ellos en torres de 40 plantas de altura- y 35 torres de más de 25 alturas junto a la desembocadura del Xúquer, con un total de 4.883 viviendas -1.171 serán protegidas-. El sector también contempla una escuela de doble línea, un aparcamiento subterráneo, más zonas verdes, un puerto deportivo y un puerto pesquero para relanzar el sector.
Infraestructuras
El documento recoge, a su vez, las infraestructuras que se incluyen en las obras de ejecución, que rondarán los dos años. Concretamente, el ayuntamiento proyecta la red viaria y aparcamientos, jardinería, mobiliario urbano, señalización viaria, red de saneamiento, red de pluviales y acequias, red de agua potable, red de riego, red de alumbrado público, red de energía eléctrica de media y baja tensión, red de telefonía, residuos sólidos urbanos, gas o carril bici.
En el informe también se expone el plazo en el que está previsto que se realice cada obra, ya que, como reconoce el consistorio, "se trata de una obra dividida en actuaciones diferentes en zonas completamente independientes". Por ello, plantean una plan de obra genérico para el conjunto de todas ellas, desglosándolas en las operaciones principales, que se pueden solapar. Concretamente, el primer mes se abordará el replanteo, mientras que la red de saneamiento se realizará del 2 º al 10 º mes. La red de pluviales y acequias se podría desarrolar del 3 º al 14 º, que se solaparía con las obras de la red de agua potable y riego (5 º al 13 º mes) o la red de alumbrado público (11 º al 19 º). En el segundo año, el consistorio prevé que se instale la red de telefonía (10 º al 15 º), la jardinería y mobiliario urbano (17 al 22) o la señalizacion durante los últimos tres meses.
Mayor ya recalcó que "no será un proceso rápido, ya que sólo la tramitación administrativa serán unos dos años".
Mejoras introducidas
La adaptación del proyecto, que se aprobó por mayoría en el pleno extraordinario celebrado la semana pasada, introduce «un conjunto de mejoras», que permiten que este sea «más sostenible y viable económicamente».
Como se recoge en el documento, entre estas se encuentra el incremento del periodo de retorno de 500 años para la cuenca externa y de 100 años para la interna, lo que supone «una mayor seguridad frente al riesgo de inundaciones». Por otra parte, el consistorio sustituye el alumbrado público de vapor de sodio por luminarias tipo led reduciendo el consumo de energía eléctrica. A ello se suma la eliminación de la red neumática de evacuación de residuos sólidos y la supresión del emisario disminuyendo, así, el volumen de obra y vertido al mar, sin la dilución adecuada.
Otra de las novedades de esta adaptación es la reducción del grado de pavimentación de las zonas verdes en favor de las zonas verdes con vegetación de arbustos y arbolada. Con el fin de apostar por la sostenibilidad, el ayuntamiento amplía y mejora el carril bici para «facilitar la movilidad sostenible».
Estos cambios, como ya ha expuesto este diario, han permitido que se reduzcan los costes de urbanización pasando de cien millones a 93.
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