Sólo 10 de las 281 calles de Algemesí se salvaron del agua y el lodo

La altura mínima del agua alcanzó los 20 centímetros y superó los 2,30 metros en el Raval

Panorámica del barrio del Raval de Algemesí, una de las zonas más castigadas.

Panorámica del barrio del Raval de Algemesí, una de las zonas más castigadas. / Agustí Perales Iborra

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Alzira

El desbordamiento del río Magro el pasado 29 de octubre anegó de barro y agua la mayoría de calles de Algemesí, epicentro de la catástrofe en la Ribera. La trágica dana, además, se llevó la vida de tres vecinos del municipio. Sólo diez de las 281 vías que forman este municipio se salvaron de la riada, según la cota de calado publicada por el propio consistorio en su página web. En este sentido, el 96,5 % del casco urbano, que cuenta con una superficie de 42 km2, resultó afectado por las inundaciones, aunque las alturas varían según la zona del municipio. Así, la altura mínima del agua llegó a los 20 centímetros, mientras que en la zona más afectada, la riada superó los 2,30 metros.

Gran parte de las diez calles que no resultaron inundadas se encuentran, según se recoge en el documento, en el barrio del Carrascalet. Entre estas vías destacan la calle Sant Elies, Sant Felip o Sant Rafael. 

 El visor cartográfico del Institut Cartogràfic Valencià (ICV) muestra la magnitud de la inundación en los distintos municipios afectados por la riada, tanto en la Ribera como en l’Horta. Según el ICV, el agua superó los dos metros en la avenida Carlet, situada en el barrio del Raval de Algemesí. Sin embargo, el informe del consistorio sitúa la altura de las inundaciones en 2,3 metros en esta calle cercana al río. Esta situacíón comportó que los propietarios tuvieran que abandonar las viviendas debido a los daños estructurales, por lo que, como ya anunció este diario, deberán ser derribadas próximamente. En esta calle, la cota mínima alcanzó los 151 centímetros. 

La segunda vía más afectada en Algemesí fue la calle Doctor Ferran, con 2,02 metros, seguida de las calles Pau (2 metros y 1,40 de altura mínima) y Marquesat de Llombai (1,97 metros y 1,35 m de mínima). La calle República Dominicana también rozó los dos metros con una cota de 1,95 metros, mientras que el mínimo se sitúa en 1,76. 

El agua superó el metro de altura en gran parte de las calles de este municipio, por lo que la mayoría de sus 28.000 habitantes trabajaron durante los primeros días para retirar el agua, lodo y los enseres inservibles tras la riada. A ello se suman las humedades y el frío, que comportan que algunas de estas viviendas no sean habitables. En este sentido, y a pesar de la inmensidad de las inundaciones, la localidad contabiliza veinte casas inhabitables, de las cuales diez han tenido que ser abandonadas por sus propietarios, según un informe del Instituto Valenciano de la Edificación (IVE) con fecha del 14 de enero. 

El alcance de la riada, a su vez, también provocó daños en la gran mayoría de vehículos de la localidad, que fueron anegados por el barro y el lodo. En este sentido, las aseguradoras y el propio consistorio cifraban más de 10.000 turismos afectados. 

Medio metro de agua

El informe muestra que en sólo 16 calles el agua y el barro no superó el medio metro de altura. Así, la calle Carcaixent contó con una cota de entre 20 y 30 centímetros, mientras que en la plaza Alacant y la calle Manuel de Falla el agua rondó entre los 30 y los 32 cm, seguida de la calle Unió con 40 cm y la calle Lloca, donde el máximo se situó en 45 centímetros. 

La diferencia de altura también es evidente en la zona industrial del municipio. En este sentido, las empresas de la avenida de Riom tuvieron 60 centímetros de agua, mientras que la riada duplicó su altura en otras vías como la calle Sabaters o Traginers con 1,27 metros de cota. 

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