Guadassuar

La mortandad provocada por la sequía arrasa el 80 % de los pinos de la Garrofera

Miles de árboles se han secado y el ayuntamiento prevé la extracción de 600 toneladas de madera hasta el próximo octubre

La labor de limpieza busca prevenir futuros incendios en las montañas

La masiva mortandad de pinos cambia el paisaje de la Garrofera de Guadassuar

Agustí Perales Iborra

Alzira

Un incendio intencionado quemó el martes un centenar de troncos acumulados por la empresa contratada por el Ayuntamiento de Guadassuar para eliminar árboles secos en la partida de la Garrofera, que está sufriendo como ninguna otra en la Ribera los efectos de la prolongada sequía que precedió a la catastrófica dana de octubre con la muerte masiva de árboles. Fuentes de toda solvencia revelan que los forestales estiman que se ha perdido entre el 70 y el 80 % del pinar en esta partida rural que comprende los términos municipales de Alzira y Guadassuar, aunque es este último el que concentra la mayor parte de la masa forestal. Esta amplia superficie se traduce en miles de árboles afectados. La imagen en algunas zonas es dantesca. El color verde ha desaparecido de las copas de los pinos.

Los troncos que ardieron en el incendio declarado en la madrugada del martes corresponden a una primera remesa de unos trabajos que, según explica el alcalde de Guadassuar, Vicente Estruch, tienen previsto retirar unas 600 toneladas de madera de una extensión de 80 hectáreas, en una intervención que está previsto que se prolongue hasta el próximo 31 de octubre. 

Prevenir incendios

Esta actuación busca retirar esta gran cantidad de leña seca para prevenir posibles incendios, ya que en caso de declararse un fuego prendería con gran facilidad. La empresa retira los árboles para triturar la madera sobre el terreno y convertirla en astillas para biomasa. 

La prolongada ausencia de lluvias del año pasado debilitó en extremo la masa forestal, lo que ha favorecido la acción de plagas como la del «Tomicus» o perforador de los pinos, que ha acabado por provocar la muerte de cientos de ejemplares. Se trata de un fenómeno bastante generalizado, que se había detectado en un principio en las comarcas de la Marina, la Safor o el Camp de Morvedre y que ha seguido avanzando por las sierras litorales y prelitorales, como ha informado Levante-EMV.

En el caso de la Ribera, otro paraje muy castigado por este fenómeno es la Serra de les Agulles. El paisaje de las primeras estribaciones de este cordón montañoso en Alzira ha cambiado por la proliferación de pinos muertos en la zona conocida como Valletes de Gall. Franjas de árboles secos se abren entre lo que antes era una especie de alfombra verde.

El paraje más castigado

Fuentes consultadas no dudan en señalar que la situación es incluso peor en la Garrofera de Guadassuar y apuntan que puede tratarse del paraje más castigado de toda la provincia de València, entre otras cosas, por la abundante masa forestal que existe en el mismo.

Todos coinciden en que la prolongada sequía está en el origen de la mortandad masiva de árboles, aunque a partir de ahí surgen dudas sobre otros factores que pueden agravar el fenómeno ya que al lado de franjas totalmente arrasadas hay otras que se encuentran en mejor estado. 

La falta de suelo se apunta como una hipótesis, a la vez que técnicos consultados explican que la mortandad de árboles es más acusada en zonas de solana que de umbría. 

En el caso de la Garrofera, dada la extensión de este paraje que linda también con las montañas de Tous, no dudan en cifrar en miles los árboles que se han secado y que agravan el riesgo de incendio en la zona y, de ahí, la necesidad de retirar esta madera.

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