
Ver más galerías relacionadas
Emma Gómez Pastor
Ver galería >La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Emma Gómez Pastor
La lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasLa lluvia ha marcado el día de la Ofrenda en Alzira. El gris del cielo contrasta con los colores brillantes de los trajes de las falleras, ataviadas con paraguas y chubasqueros. Los músicos se resguardan bajo toldos en movimiento y a algunas comisiones no les queda más remedio que cantar a viva voz, a falta de música.