Las cooperativas de trabajo asociado arraigan en dos de cada tres pueblos de la Ribera

La comarca mantiene el ritmo anual de creación de nuevas empresas con ocho altas en 2024

Fevecta computa hasta 174 entidades en activo que ofrecen empleo a 1.489 personas en treinta pueblos

Amb Bona Lletra, en Carlet, es una de las ocho nuevas cooperativas de trabajo asociado de la Ribera.

Amb Bona Lletra, en Carlet, es una de las ocho nuevas cooperativas de trabajo asociado de la Ribera. / Levante-EMV

Carlet

El cooperativismo en la Ribera continúa su tendencia ascendente. Este modelo empresarial se consolida en la comarca según el último informe de la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (Fevecta): durante 2024 se constituyeron 8 nuevas cooperativas entre Algemesí, Carlet, Alginet, Benimodo y Manuel, con lo que se alcanzó un total de 174 entidades de este tipo en la zona. Estas cooperativas emplean a 1.489 trabajadores y están distribuidas en 30 municipios, uno más que el año anterior.

Con 106 cooperativas en la Ribera Alta y 68 en la Ribera Baixa, el 63,83 % de los municipios de ambas comarcas cuentan con al menos una cooperativa de trabajo asociado. Respecto a los sectores que se decantan por este modelo empresarial, el de servicios representa el 35,4 % de las cooperativas existentes en la Ribera. Le siguen la industria (con un 19,2 % del total), la construcción (19,1 %), los transportes (7,5%), el sector primario (7,5%), el educativo (6,1 %) y el comercio (5,2%).

El crecimiento regular anual de las cooperativas de la Ribera representa la fortaleza y adaptabilidad del modelo cooperativo (en 2022, fueron 9 las altas de este tipo de entidades; en 2023, 8 altas y, en 2024, 8 más). Varias empresas han optado por adoptar este modelo, atraídas por los beneficios fiscales y las ventajas que trae consigo. «Este modelo no solo ofrece ventajas económicas y fiscales, sino que también facilita la colaboración y el trabajo horizontal, así como el alineamiento con valores compartidos», expresa el presidente de Fevecta, Ramón Rodríguez.

Un aula cooperativa

Ejemplo de ello es la cooperativa Amb Bona Lletra, un aula infantil, centro de estudios integral y ludoteca ubicada en Carlet. Fundado en 2016 por Ana García y Sandra Álvarez, profesionales del ámbito educativo y de la psicología, este multicentro educativo comenzó enfocado en la organización de eventos para niños y adolescentes. Con el tiempo, el año pasado decidieron adoptar la forma jurídica de cooperativa para facilitar su crecimiento y diversificación de servicios.

Ana García y Sandra Álvarez, finalistas de la VII edición de “Mujeres Emprendedoras” de la gira Coca-Cola con su proyecto Amb Bona Lletra.

Ana García y Sandra Álvarez, finalistas de la VII edición de “Mujeres Emprendedoras” de la gira Coca-Cola con su proyecto Amb Bona Lletra. / Levante-EMV

García y Álvarez forman parte de ese 6,1 % de las cooperativas de la Ribera dedicadas al ámbito educativo. «En 2024 nuestro negocio ya estaba algo más asentado y a partir de ahí quisimos crecer. El cooperativismo era una forma ideal de poder incluir diferentes actividades dentro de la misma fiscalidad, en la misma entidad. Además, ahora mismo somos dos socias, pero si la empresa sigue creciendo, de cara al futuro, esta es la forma más cómoda de trabajar», comentan las jóvenes emprendedoras.

A día de hoy, Amb Bona Lletra ofrece servicios educativos y recreativos de aula infantil, academia de estudios, ludoteca, actividades extraescolares y atención domiciliaria; así como eventos privados y alquileres de sala para diversos tipos de celebraciones tanto infantiles como para adultos. «Muchos de estos servicios los realizamos a través de facturas, es decir: en lugar de contratar a trabajadores internos, contratamos servicios a profesionales autónomos», explican García y Álvarez. En total, ofrecen trabajo a unos 4 o 5 especialistas mensuales y cuentan con una docente de apoyo fija, además de dos estudiantes de prácticas.

Cooperativismo para la conciliación familiar

«Nuestro principal objetivo desde el primer día fue la conciliación familiar: muchas familias de Carlet tenían que llevar a sus hijos a la capital o a otros pueblos, con lo cual se les iban las horas. Queríamos garantizar estos servicios en un pueblo como el nuestro y en las localidades vecinas», comentan las socias. Asimismo, ofrecen servicios complementarios de especialistas (logopeda, fisioterapia pediátrica y demás) a demanda para evitar los desplazamientos de sus clientes a otros municipios y así centralizar diversas necesidades en un solo lugar. La cooperativa cuenta con dos locales en Carlet y atiende a entre 80 y 100 familias por curso, según los servicios requeridos mensualmente.

Con proyectos como Amb Bona Lletra, el crecimiento sostenido de las cooperativas en la Ribera refleja una apuesta clara por modelos empresariales colaborativos y adaptativos, capaces de responder a las necesidades económicas y sociales de la comarca.

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