Algemesí costea los derribos en el Raval y evitará que se vuelva a construir junto al río

El consistorio destina 600.000 euros a adquirir y demoler una decena de viviendas en ruinas por los daños de la inundación

La iniciativa libera a las familias del coste de derruir los inmuebles

Una decena de viviendas de la avenida de Carlet, en el barrio del Raval, serán derribadas.

Una decena de viviendas de la avenida de Carlet, en el barrio del Raval, serán derribadas. / Agustí Perales Iborra

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Algemesí

El Ayuntamiento de Algemesí asumirá la demolición de más de una decena de casas ubicadas en la call e a Pau y la avenida de Carlet, en el barrio del Raval. Las viviendas se encuentran, como ha explicado el alcalde de la localidad, José Javier Sanchis, en situación legal de ruina debido a los daños estructurales ocasionados por las inundaciones del pasado 29 de octubre, ya que se trata de los inmuebles más cercanos al río Magro, que anegó de barro y agua prácticamente toda la localidad. Para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes, la zona se encuentra acordonada, ya que las paredes están cayendo y el techo se está hundiendo en algunos casos. 

El consistorio adquirirá estos terrenos por un valor de 600.000 euros tras aprobar de manera unánime una modificación de crédito extraordinario durante el pleno celebrado el mes de marzo. En este sentido, el ayuntamiento se compromete a asumir el derribo de estas viviendas con el objetivo de que no se vuelva a construir en esta zona gravemente afectada por la riada. «El ayuntamiento comprará las viviendas en ruina y las parcelas en las que se encuentran para llevar a cabo el derribo. Creíamos que las familias, que ya se encuentran en una situación bastante complicada, no debían asumir este gasto. No podíamos obligarles a pagar esto», recalca Sanchis a Levante-EMV. 

El alcalde ha recordado que estas dos calles fueron las más golpeadas durante la tragedia, ya que «la riada tuvo una afectación más directa, por lo que están dañadas y declaradas en ruina». «No se podrá vivir allí», reitera. Cabe recordar que sólo diez de las 208 calles de la localidad se libraron de las consecuencias del desbordamiento del río Magro. El Raval fue, sin duda, el barrio más castigado, puesto que se encuentra a escasos metros del Magro. 

El ayuntamiento comprará los terrenos a los propietarios para posteriormente derribar las casas. «Los compramos para que tengan un ingreso más y puedan rehacer sus vidas en otras zonas del municipio. Es de justicia hacerse cargo de este derribo», insiste.

Las familias fueron reubicadas durante las primeras semanas en otras viviendas de la localidad para garantizar su seguridad. Tras varias evaluaciones por parte del arquitecto y los técnicos municipales, el consistorio aseguraba que «los inmuebles presentan peligros, por lo que son inhabitables».

Familias reubicadas

El ayuntamiento se encargó, en un primer momento, de realojar a parte de estos damnificados. El consistorio les cedió viviendas en Algemesí para poder residir durante un tiempo. Ahora, como ha explicado Sanchis, se encuentran alquilados «acogiéndose a las ayudas» o reubicados en pisos sociales de la Sareb o la EVHA. 

La adquisición busca evitar que se vuelva a construir en esta zona. Además, el consistorio «reestudiará el barrio para mejorar su situación». Así, estas vías marcarán el límite entre la zona deportiva y el municipio. «Tenemos la oportunidad de reconstruir el Raval con una nueva perspectiva», recalca el primer edil. Sin embargo, lamenta que el tiempo juega en su contra. «El plan de reconstrucción estatal da de plazo hasta el 5 de febrero de 2026. Sólo nos quedan 10 meses, por lo que tomaremos muchas decisiones condicionadas por el tiempo», concluye.

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