Una mujer preside por primera vez la Real Acequia de Carcaixent tras 370 años

Marién Camarena, que ya fue la primera secretaria en la junta de la entidad, obtiene el 72 % de los votos

"Los hombres antes me miraban de reojo, pero ahora confían», señala

Maríen Camarena se convierte en la primer mujer que preside la Real Acequia de Carcaixent.

Maríen Camarena se convierte en la primer mujer que preside la Real Acequia de Carcaixent. / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Alzira

Marién Camarena hace historia en la Real Acequia de Carcaixent. Camarena se ha convertido hace unas horas en la primera mujer que preside esta entidad. Y lo hace con una gran apoyo, ya que ha recibido casi el 72 % de los votos la comunidad. Los más de 500 votos a favor frente a los 700 totales la elevan a la presidencia tras 370 años de historia. «Ya tocaba que una mujer presidiera la Real Acequia de Carcaixent», señala con orgullo a Levante-EMV. 

Camarena ya se presentó a este cargo en 2021, pero su rival José Climent se impuso en la votación con el 58 % de los votos. En aquel momento, mostró su candidatura unas horas antes de que se cerrase el período establecido, pero en esta ocasión ha sido una decisión más meditada. Ahora la presidencia, que sólo contaba con su candidatura, tiene nombre femenino. «Siempre he pensado que aquella vez no salí elegida porque no era mi momento», indica. Por ello, la alegría, el orgullo y la emoción ahora son todavía mayores. 

A pesar de que Camarena todavía no había presidido esta entidad, lleva desde 2015 formando parte de la Real Acequia de Carcaixent. Primero entró como vocal al producirse vacantes y en el 2017 asumió un cargo directivo al ser designada como tesorera bajo la presidencia de Antonio Ríos. En aquella ocasión, ya rompió el primer techo de cristal, ya que se convirtió en la primera fémina en ostentar el cargo. Ahora rompe un techo todavía más elevado. 

«Mi visión puede ser la misma que tendría cualquier hombre», reivindica. Para ella, la fórmula es sencilla: «Hay que coger experiencia y, sobre todo, disfrutar». A pesar de no ostentar este cargo, Camarena ha estado implicada desde el primer momento en la junta directiva. «Siempre digo que he estado ejerciendo sin título, como si fueran prácticas, pero ahora ya tengo el título», reconoce entre risas. 

Señala que siempre se ha sentido «muy arropada» por los más de mil miembros de la Real Acequia de Carcaixent. A pesar de ello, los micromachismos han formado parte de su carrera. «Al principio, los hombres me miraban de reojo, pero ahora me respetan y confían», recalca. Camarena reconoce que «es algo gratificante y enriquecedor». Muestra de ellos son los más de 500 votos obtenidos durante la votación. 

Camarena acaba de llegar a la presidencia, pero ya trabaja para mejorar la entidad. «Hay que seguir gestionando y trabajando para que nuestros agricultores hagan los mejores cítricos y caquis», afirma. 

Futuros retos

Otro de los retos a los que se enfrenta la Real Acequia de Carcaixent es la falta de relevo generacional. «Es complicado. Ves a la gente que viene a las reuniones y te das cuenta de que faltan nuevas rostros». lamenta. 

¿Y la modernización de los regadíos? «Es la pregunta que me hacen todos», señala. Cabe recordar que con el Convenio de Alarcón de 2001, la administración se comprometía a la modernización de los regadíos tradicionales valencianos como compensación por la cesión del embalse que estos habían sufragado. Sin embargo, Camarena lo tiene claro: «Haré una consulta a los miembros. Yo apostaré por todo lo que sea positivo para la comunidad y los regantes, pero siempre con su apoyo». Pero, como ella misma explica, primero hay que poner fin a la mala gestión que dejó uno de los anteriores presidentes. 

Pasión de padres a hijos

La nueva presidenta siempre ha sido una apasionado de este sector. Ella heredó la afición por el campo de sus padres y abuelos. «Yo siempre le decía a mi padre que quería ir a regar con él. Él me decía que no tenía fuerza porque era muy pequeña y que no hacía falta, pero yo insistía», recuerda. 

De hecho, su nieto también es consciente de la pasión de su abuela. «Cuando le preguntan dónde está su abuela, él siempre dice que estará regando», afirma. Esa misma pasión también intenta transmitirla a las nuevas generaciones, aunque con el recuerdo de todos los que impulsaron esta comunidad. «Me encantaría que mi padre estuviera aquí y viera que me han nombrado presidenta. Estaría muy orgulloso, seguro», reconoce con la voz entrecortada.

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