Semana Santa | José España Presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Alzira
«La Semana Santa de Alzira ha transformado la fe en una expresión artística única con los doseles»
La capital de la Ribera Alta se prepara para una de sus celebraciones más esperadas

José España en la procesión diocesana de este año en Alzira. / Eduardo Ripoll
Alzira abre con el encuentro de esta noche y el pregón de mañana la Semana Santa. José España, presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías hace un balance de su primer año en el cargo y de la salud de la fiesta tras el éxito de la procesión y exposición diocesana de la semana pasada.
Alzira ha acogido por primera vez la procesión diocesana de la Semana Santa. ¿Qué balance hace?
La verdad es que, por lo que nos ha dicho la gente de Alzira y de fuera, se ha quedado muy contenta con la atención y el tiempo que hizo. Ha sido la primera procesión diocesana en Alzira y a nosotros nos ha pillado recién llegados al cargo. Pero hay que decir que gracias a nuestros antecesores, que ya habían hecho muchas gestiones y con su ayuda, todo ha salido muy bien. Las cifras han sido muy buenas, unos 3.000 cofrades. Además, dos casales falleros de Alzira nos cedieron el espacio para hacer la exposición y estamos muy agradecidos.
Es su primer año como presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías, aunque es un cofrade veterano. ¿Cómo ve la salud de la Semana Santa de Alzira? ¿En qué momento se encuentra? ¿Hay relevo generacional?
Yo pienso que va bien, gracias al esfuerzo de todos y sobre todo de la gente joven que tenemos en Alzira, que es mucha, que se han enganchado al tambor. Yo empecé así, acabé dirigiendo la banda de mi cofradía y, a partir de ahí, ocupé otros cargos. Gracias al tambor, en Semana Santa tenemos cuerda para rato. En otros pueblos, por desgracia, se va agotando porque hay poca gente.
La investigación realizada por Enric y Eduardo Juan y Rubén Pastor, publicada en el libro de la Cofradía del Devallament, adelanta incluso el origen de los doseles que hasta ahora se situaba en el siglo XVI y revela un precedente civil. ¿La declaración de BIC es factible?
Yo pensaba que el proceso estaba más adelantado, pero cuando pase Semana Santa y la Tamborada formaremos un equipo de trabajo para aprovechar también estos escritos e investigaciones. A ver si eso nos sirve para sumar a lo que ya tenemos avanzado.Tenemos que ir elevando los doseles poco a poco, empezar por el BIC y después seguir adelante.
¿Cree que los doseles son suficientemente conocidos fuera de Alzira?
Aún queda mucho recorrido. Yo vengo de la Cofradía del Devallament y nosotros, en 2017, hicimos el Encuentro Nacional, y la gente que venía de muchos sitios de España se quedaba alucinada. Yo nunca me canso de hacer publicidad allá donde voy. Te hago un inciso: con la desgracia de la dana, como soy delegado de AVA (Asociación Valenciana de Agricultores) en la Ribera, me tocó atender a muchos periodistas internacionales de Alemania, Bélgica, Italia… ellos venían a hacer fotos y grabaciones sobre la dana, pero al final, siempre acababa hablando de la Semana Santa y de los doseles. Y mira que en esos países no hay una cultura muy católica, pero esto es otro mundo. Sobre los doseles podría hablar y hablar y no acabar nunca. Hemos transformado la fe en una expresión artística única con los doseles. Mira, una de las poquitas cosas que este año echo de menos es estar haciendo doseles, aportando mi granito de arena. Ese gusanillo, una vez lo pruebas, te engancha. Es una forma de integrarse y de hacer comunidad.
La Semana Santa de Alzira cuenta desde el año 1988 con el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional y hace unos años su antecesor planteó la posibilidad de solicitar el título internacional. ¿Mantiene usted esa aspiración?
Yo creo que primero hay que cuidar lo que ya tenemos, porque ser interés turístico nacional conlleva unas obligaciones que hay que cumplir todos los años. En eso, Amparo Íñigo, que fue presidenta de la Junta de Hermandades y Cofradías (JHHCC), me aconsejó que allá donde vayamos es muy importante dejar constancia de lo que hacemos aquí, porque en cualquier momento nos pueden pedir cuentas. En el 88 nos dieron esa declaración y hay que mantenerla. Sería bonito obtener el reconocimiento internacional, pero para eso también necesitaríamos más apoyo.
¿Tienen planes para su promoción más allá de solicitar el reconocimiento como BIC?
Hoy en día hay muchas formas baratas y sencillas para que los jóvenes promocionen y hagan publicidad de iniciativas como esta a través de las redes sociales. Nosotros intentamos ir más allá de lo que tenemos ahora, pero es complicado.
Otra demanda histórica es poder contar con un museo de la Semana Santa. ¿Ha mantenido algún contacto con el ayuntamiento con este fin? ¿Sabe para cuándo y dónde iría?
Desde que soy presidente, me he reunido con Alfons Domínguez tres o cuatro veces. Le digo: «Alfons, tú llevas poco tiempo en el cargo y yo también. A ver si entre los dos podemos conseguirlo». Tenemos un lugar muy pequeño: las cocheras que hoy usan los mecánicos, detrás del ayuntamiento. Es pequeño, pero está en una zona muy importante de Alzira, en la Vila. Allí no cabrían todos los pasos, pero algunas cofradías que apenas tienen espacio podrían usarlo. La idea sería incluso montar un dosel permanente.
¿Y todo esto para cuándo? ¿Hay alguna fecha ya?
Me gustaría decir que dentro de un año vamos a inaugurarlo, antes de que termine mi mandato. En la JHHCC tenemos elecciones cada dos años y creo que, si todo va bien, me volveré a presentar el año que viene, con un poco más de experiencia que la primera vez. Me gustaría, si no haberlo inaugurado, al menos tener la fecha del museo.
¿Cuáles son las previsiones para este año seguro que le queda de mandato?
Nosotros hemos continuado la línea de la anterior directiva. Si algo se estaba haciendo bien, no vamos a cambiarlo. La previsión primordial sería el museo y después estamos revisando pequeños problemas que surgieron de la tamborada nacional. Si no pasa nada, después de Semana Santa retocaremos un poco el reglamento de los tambores o puede que también algunas cosas relacionadas con la constitución de la junta, como quién puede presentarse o no. Esas son cosas que ya dije el primer día que quería mejorar. Y este año habernos encontrado con la procesión y exposición diocesana nos ha quitado muchas horas de sueño y de trabajo.
¿De qué cambios en la constitución de la junta habla exactamente?
Los estatutos actuales permiten que uno pueda ser presidente de la JHHCC y, al mismo tiempo, de una cofradía. Para mí y para otros presidentes o hermanos mayores, esto resulta un poco incongruente: que una persona pueda ser parte y todo a la vez. Eso es una de las cosas que queremos cambiar. Yo fui presidente del Devallament hasta 2018 y ahora lo soy de la Junta, pero en momentos distintos.
¿Y qué le animó a presentarse como presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías?
Me animaron otros presidentes y hermanos mayores. En aquel momento, había otro candidato que lo llevaba todo muy bien preparado desde hacía varios meses y estaba de vicepresidente en la última junta. Pero claro, nosotros pensábamos que no debía ser presidente si además iba a continuar como hermano mayor de su cofradía, que era lo que él pretendía. Otros hermanos mayores también sentían esa necesidad de cambio, pero nadie se atrevía a dar el paso… y al final fui yo. Yo en casa estaba muy bien, tenía menos dolores de cabeza y menos reuniones. De hecho, como anécdota, en 2018 yo acabé como presidente del Devallament y, cuando se lo dije a Fábregues, que entonces era el presidente de la JHHCC, me contestó: «Pues te vienes conmigo a la junta directiva». Y yo le dije que no, porque hacían reuniones todas las semanas y yo no quería. Yo venía ya de mis temas y quería descansar. Y mira, al final el que hace todas las reuniones… soy yo.
¿Y este cambio de opinión?
Es porque había cosas que no me parecían correctas. Y además, yo le prometí a mi junta que no nos íbamos a reunir todas las semanas. Que luego siempre surgen cosas, claro… Por ejemplo, ahora hemos tenido mucho lío con la diocesana.
¿El hecho de que la concejalía de Fiestas estuviera en manos de UCIN influyó en su decisión de presentarse?
No, ni tan siquiera UCIN, o en este caso Mar Chordá, sabía nada de que yo me presentaba. Mar se enteró en el mismo momento en que yo presenté mi candidatura y tampoco se lo esperaba. Yo no sé por qué hay voces que dicen que a mí me ha presentado un partido político. A mí no me ha presentado nadie. De hecho, yo no estoy inscrito en ningún partido político. Yo me he llevado bien con todos los políticos que han estado en Alzira, tanto desde AVA como desde el Devallament, y he intentado que el ayuntamiento nos apoye. He intentado que me respeten y sacar el máximo rendimiento posible, porque esa es la filosofía del agricultor.
Una sentencia del Tribunal Constitucional reconocía meses atrás del derecho de una mujer a entrar en una cofradía católica exclusiva de hombres porque no puede haber discriminación por razón de género. En Alzira hay hermandades de caballeros y otras mayoritariamente, si no exclusivamente, de mujeres. ¿Se ha planteado este debate en Alzira?
Hasta donde sé, nunca ha habido una mujer que haya querido entrar a una cofradía de caballeros y se le haya prohibido. Los estatutos, claro, seguramente dicen que tienen que ser caballeros y no mujeres, pero mientras nadie lo cuestione ni reclame, la cosa sigue igual. Algunas cofradías como Maria Magdalena ya son mixtas, y muchas más también lo son. Hoy en día, en la mayoría hay hombres y mujeres, incluso presidentas. La diferencia ya no es tanto de género, sino demográfica: depende de quién se apunte cada año.
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