Colas de cuatro horas para conseguir una silla para la procesión del viernes en Alzira: "Si quieres un buen sitio, no hay otra opción"

Decenas de personas aguardan desde primera hora de la madrugada a las puertas del ayuntamiento de Alzira con el fin de adquirir el mejor asiento para poder disfrutar de la procesión del Santo Entierro, que tiene lugar el Viernes Santo.

Los más madrugadores se concentraban a las cinco de la madrugada ante el consistorio para reservar su silla. María y Marga, tía y sobrina, son dos de las vecinas que acuden cada año a esta procesión, uno de los actos más destacados de la Semana Santa de Alzira, declarada de Interés Turístico Nacional. "Es una de las procesiones más bonitas y nos gusta verla desde un buen sitio", reconocen ambas.

Detrás de ellas, otros vecinos también aguardan su turno. Saben que es el precio que deben pagar para poder presenciar la procesión desde el mejor lugar. Aunque las personas interesadas pueden acudir durante toda la semana para comprar su asiento, lo más probable es que las plazas, que tienen un precio de cinco euros -se destinan a una entidad solidaria- se agoten en su mayoría durante la mañana de hoy.

Este es el precio de una silla para ver la procesión del Viernes Santo en Alzira

Ángeles García, otra vecina de la ciudad, también ha estado esperando durante cuatro y horas y media para conseguir una plaza. "Yo llevo desde las cinco de la mañana. He descansado un poco y he venido, pero la primera llevaba desde la una de la madrugada", reconoce.

Muchos de los presentes repiten cada año la misma rutina para poder disfrutar de esta emblemática procesión, que se ha convertido en un símbolo de la ciudad. "Si quieres un buen sitio, no hay otra opción", reconoce. Los primeros asistentes tienen la oportunidad de escoger el lugar en el que poder reservar la silla. "Yo siempre busco la calle Santa Catalina o cerca porque sino se hace muy tarde", indica esta vecina.

Hasta 12 sillas

Esta vecina no sólo reserva su silla, sino también para otros cuatro familiares. El consistorio ha establecido un máximo de doce sillas por asistente con el fin de que puedan disfrutar el mayor número posible de vecinos de esta procesión. "Si se pudiera coger veinte, las cogerían. Hay mucho reclamo", reconoce Ángeles.

A ella todavía le quedan unos minutos para acceder al interior. Detrás de ella, muchos más esperan poder reservar su asiento para este viernes.

La venta de sillas disponibles se prolongará durante el miércoles y el jueves, a partir de las 10 h en el ayuntamiento. En el caso de que quede alguna plaza disponible, el viernes se ofertarán de 11 h a 14 h en el quiosco de la plaza Mayor.