El Consell autoriza una cantera junto a un paraje protegido de Llombai pese al rechazo municipal

La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha dado luz verde a la instalación de una cantera en el término municipal de Llombai, que tendrá un superficie de 52,25 hectáreas. La Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental ha emitido la declaración de impacto ambiental para la explotación y extracción de áridos entre el término municipal de Picassent y el paraje natural municipal el Tello.

El volumen de recursos brutos a extraer, como se recoge en la resolución, se estima en 17,64 millones de metros cúbicos, con un volumen de estéril de 5,29 millones de m³ y un total aprovechable de 29,64 millones de toneladas de mineral.

El Ayuntamiento de Llombai y los ecologistas, a pesar de contar con el DIA favorable, han mostrado su rechazo a esta cantera por su proximidad a este espacio natural. "Desde el gobierno no nos mostramos a favor porque pensábamos que no se iba a realizar. La declaración nos ha sorprendido", lamenta el primer edil, Salvador Climent. El alcalde denuncia que "la cantera se encuentra cerca del paraje", por lo que, en sus palabras, "aunque lo permite la ley, no es el modelo que queremos para nuestro municipio".

A pesar de su disconformidad, el consistorio "acepta la declaración ambiental favorable". No obstante, el primer edil reitera que "el equipo de gobierno se mantendrá atento para que se cumplan todas las condiciones".

Por su parte, la plataforma Les Pedrises también ha manifestado su disconformidad, ya que, en sus palabras, "la zona donde se pretende situar está pegada al paraje muy frecuentado por habitantes de municipios cercanos, por su disfrute lúdico y su conexión con la naturaleza". Añaden desde la plataforma - y no desde El Grup d’Acció Mediambiental del Marquesat como informó por error este diario- que, a menos de 2 km, se encuentra la microrreserva de flora "Lloma del Tramussar", que incluye "una especie protegida, endémica y extraña", además de la Cova de l'Àguila, incluída en el Catálogo de Cuevas de la Comunitat.

A esta negativa, también se suma el Grup d’Acció Mediambiental del Marquesat, que añade que las parcelas se sitúan en zonas afectadas por "riesgo de inundación y, a su vez, separada del acuífero "La Contienda" de Picassent, con materiales con permeabilidad alta y muy alta, y con vulnerabilidad a la contaminación de las aguas de grado medio". Consideran que esto supone "un riesgo innecesario". "Al encontrarse en una zona donde los recursos hídricos subterráneos son esenciales para el abastecimiento y la agricultura, consideramos que es innecesario poner en riesgo el acuífero", inciden.

Por otra parte, ambas plataformas lamentan que se situará en montes de utilidad pública, que  tienen como funciones esenciales la protección ambiental, como la prevención de la erosión del suelo y su regeneración; la regulación del régimen hidrológico, con la captación y conservación de los recursos hídricos, preservación de la biodiversidad y mantenimiento de los equilibrios ecológico y paisajes naturales. Así como funciones sociales y económicas, como la mejora de la calidad de vida de las comunidades rurales, contribuir a la salud pública la explotación sostenible de los recursos forestales y apoyo al desarrollo rural y generación de ocupación vinculada a la montaña". "Por todas estas razones, consideramos que no tiene que autorizarse la ocupación temporal de esta montaña de utilidad pública para desarrollar cualquiera la actividad minera", concluyen.

A pesar de ello, Medio Ambiente especifica que "la actividad no resulta incompatible con la protección de los valores medioambientales". No obstante, recuerda que "deberán respetarse las formaciones de "pinus halepensis" y los pinares mediterráneos de pinos mesogeanos endémicos presentes". Por ello, se realizará un seguimiento poblacional de carácter anual durante los tres primeros años de explotación.

Cerca de dos décadas

El expediente para llevar a cabo esta cantera, a través de la que se extraerán dolomías y calizas consolidadas, se inició en 2006. En aquel momento, contaba con el DIA favorable, aunque con una serie de condicionantes, entre los que destacaba, como se recoge en el informe, "la necesaria aprobación del plan especial de protección del paraje natural municipal de el Tello".

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana suspendió cautelarmente en 2010 la recalificación de 84 hectáreas de monte público en Llombai para permitir la instalación de canteras. Una treintena de vecinos y concejales de Llombai, Alfarb y Catadau interpusieron un recurso al considerar que esta extracción era incompatible con la protección concedida al paraje natural municipal de El Tello.

Se volvió a solicitar la evaluación de impacto ambiental en 2014. En ese momento, se certificó la compatibilidad urbanística y la compatbilidad con el acuerdo de declaración del paraje natural y la ordenanza de gestión del mismo. Una década después se ha llegado a la conclusión de que no tendrá repercusiones en este paraje, como se detalla en la DIA, ya que "se reduce el perímetro de explotación de forma que se evita afectar a terrenos comprendidos dentro del radio de 1000 m definido como zona de protección de la Sima de l'Àguila". Este seguimiento, a su vez, se ampliará durante los primeros años a la cueva de las Meravelles de Llombai.