La rotonda que eliminará un punto negro en la Barraca se demora más de 20 años

La conselleria alega que el proyecto heredado, y que se llegó a adjudicar, no contaba con la preceptiva autorización de la CHJ

Alzira tramitó hace tres años las expropiaciones para mejorar la seguridad en los accesos al monasterio, el hospital, el campo de golf y el colegio inglés

La rotonda mejorará el acceso al colegio inglés, al que acceden a diario autobuses.

La rotonda mejorará el acceso al colegio inglés, al que acceden a diario autobuses. / Perales Iborra

Alzira

El punto kilométrico 11,5 de la CV-50 registra con frecuencia situaciones de riesgo. El último accidente grave dejó a finales de marzo dos heridos como consecuencia de una colisión entre un turismo y una motocicleta, pero los vecinos más próximos han perdido la cuenta de cuántos percances de tráfico más o menos aparatosos se han registrado. 

Recta a la que se incorporan por la izquierda los vehículos que proceden del hospital, el monasterio, el campo de golf y varias urbanizaciones.

Recta a la que se incorporan por la izquierda los vehículos que proceden del hospital, el monasterio, el campo de golf y varias urbanizaciones. / Perales Iborra

Se trata del acceso al monasterio de la Barraca d’Aigües Vives, al Hospital Vithas y al campo de golf de La Galiana, además de a varias urbanizaciones por el lateral derecho en dirección a Tavernes, y al British School Alzira por el izquierdo. Vecinos y conductores esperan desde hace más de 20 años la construcción de una rotonda que incluso está adjudicada aunque sigue sin fecha de obras pese a la presión de los ayuntamientos de Alzira y Carcaixent, así como de la Entidad Local Menor de la Barraca. «Urge su construcción», señala un residente en la urbanización próxima, por temor a que se pueda producir un accidente más grave.

El próximo mes de junio se cumplirán tres años de la aprobación por parte del Ayuntamiento de Alzira del proyecto de expropiación forzosa de los terrenos para que la entonces Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad ejecutara las obras. El emplazamiento se sitúa en término municipal de Alzira, aunque mejorará la seguridad al acceso a servicios y viviendas emplazadas en el término de Carcaixent. Si bien en diversos momentos se presumía que la ejecución de esta glorieta era inminente, no solo no se ha empezado, sino que sigue sin fecha, pese a que todos los ayuntamientos implicados reconocen que se trata de un punto, sino negro para el tráfico, sí muy peligroso y que su construcción es necesaria. 

Un proyecto que "no estaba bien resuelto"

La dirección general de Infraestructuras Viarias de la Conselleria de Territorio señala que se trata de un proyecto de la anterior legislatura que «no estaba bien resuelto» en base a los requerimientos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), «en especial después de las inundaciones. Prueba de ello es que la obra está adjudicada con acta de replanto negativo. Por tanto, no se ha empezado la obra porque la rotonda no cuenta con la autorización de la CHJ, que es preceptiva», señalan las mismas fuentes, al tiempo que explican que «es un ámbito complicado porque el barranco -que discurre junto a la rotonda- presenta riesgo de desbordamiento en esta zona, por lo que se está trabajando con la CHJ para intentar buscar la mejor solución, adaptar el proyecto y comenzar cuanto antes», explican desde la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestucturas y Territorio.

El proyecto de esta rotonda ha dado con el tiempo, literalmente, muchas vueltas. Cuando se plasmó sobre el papel por primera vez hace más de 20 años su construcción debía ser asumida por los promotores de la urbanización con más de 500 chalés que entonces se proyectaba en el entorno del Monasterio de Aguas Vivas , si bien el Ayuntamiento de Alzira acabó exonerando a la empresa urbanizadora. Con posterioroidad se intentó vincular a otros desarrollos que iban a beneficiarse de su ejecución y, de hecho, su emplazamiento se ha desplazado en varias ocasiones, aunque finalmente se llegó a un acuerdo por el que el ayuntamiento expropiaba el suelo y la conselleria asumía la construcción en un emplazamiento que permitía conservar los restos de la antigua estación del «trenet», a la entrada del monasterio, y mejoraba el acceso a los dos laterales de la carretera. La rotonda, además de pacificar el tráfico en esta recta de la CV-50, también se ha concebido como punto de conexión de la vía verde del antiguo «trenet» para que peatones y ciclistas pudan cruzar de forma segura por este punto.

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