L’Énova mostrará calle a calle su joya gótica ya restaurada

L’Énova dará el sábado la bienvenida a la imagen de la Mare de Déu de Gràcia, una talla gótica de mármol policromado considerada una de las más antiguas y valiosas de la Comunitat Valenciana, después de un largo proceso de restauración que le ha devuelto todo su esplendor a las puertas de la celebración del 75º aniversario de su coronación como patrona.

L'Énova restaura su gran joya gótica

Para esta recepción se ha previsto un itinerario para que esta joya patrimonial recorra todas las calles del pueblo antes de recalar en la iglesia, donde quedará expuesta al pie del altar hasta las fiestas de julio, cuando saldrá en procesión, una circunstancia que «solo ocurre una vez cada 25 años», según explica el alcalde de l’Énova, Tomás Giner.

Esta talla gótica de la Mare de Déu de Gràcia fue trasladada en abril de 2024 al Instituto Valenciano de Restauración para acometer un minucioso trabajo que corrigiera los desperfectos provocados por el paso del tiempo y su exposición al culto, en lo que el ayuntamiento destaca como la intervención más importante que se ha realizado en la misma, como poco, en los últimos 250 años.

Así se recupera la joya gótica de L'Énova

Finalizada la restauración, la comisión de fiestas ya organizó la semana pasada una conferencia para que los expertos explicaran la intervención realizada y ha programado para el sábado por la tarde un acto de bienvenida en el que se paseará la talla de la patrona por todas las calles, en un itinerario que se prolongará durante cerca de tres horas. 

La Virgen de Gracia de l’Énova es una de las pocas figuras de escultura gótica religiosa que se conservan en la Comunitat Valenciana. Se remonta a mediados del siglo XIV, aunque los expertos señalan que la policromía es posterior. 

La comisión de fiestas de l'Énova ha invitado al acto de bienvenida a las autoridades de los municipios que históricamente conformaron la subcomarca de «les Énoves», es decir, Manuel, Rafelguaraf y Sant Joanet, ya que, durante al menos tres siglos, los cuatro pueblos compartieron la devoción por la Mare de Déu de Gràcia.La parroquia de l’Énova es la más antigua, ya que su origen se remonta a la creación del Reino de Valencia, en el siglo XIII, y en un principio pertenecían a la misma las iglesias de Rafelguaraf, Manuel, Sant Joanet, Sanç y el Tossalnou, así como las alquerías de l’Abat, Torreta, Faldeta, Roseta y Berfull.