La Pobla Llarga planta un árbol por cada recién nacido

España ha registrado durante los últimos años la tasa más baja de nacimientos. La situación se agrava todavía más en los municipios más despoblados. La Ribera no es ajena a esta problemática. En estos casos, los vecinos y ayuntamientos celebran la llegada de cada bebé con entusiasmo. Cheques bebé, recepciones en el consistorio o partidas presupuestarias destinadas al fomento de la natalidad son algunas de las medidas por las que llevan apostando durante los últimos años decenas de municipios.

La Pobla Llarga ha puesto en marcha este año una nueva iniciativa. Desde el pasado mes de enero, el consistorio está plantando un árbol en la localidad con motivo de cada nacimiento y que es bautizado con el nombre de cada recién nacido. El consistorio, además, entrega a las familias un diploma en el que aparecen las coordenadas en las que se ha plantado el árbol o la especie a la que pertenece. "El árbol es símbolo de raíces, futuro y vida", señala la alcaldesa de la localidad Neus Garrigues, quien reitera que "cada bebé es una semilla de esperanza que el pueblo abraza con amor".

Garrigues reconoce que es un proyecto que habían estado estudiando durante esta legislatura y se ha podido materializar recientemente. Por el momento, se han plantado siete árboles.

Otras medidas

La localidad también trabaja en otras ayudas para favorecer la natalidad. En este sentido, el consistorio entrega un cheque bebé a cada familia, ya que, en sus palabras, "cuidar a los que llegan hace crecer nuestro pueblo".

Cada familia recibe una tarjeta de prepago para consumir en comercios locales en productos para bebé con el fin de impulsar y fomentar los negocios del municipio. Esta medida sustutye la tradicional cesta que se entregaba anteriormente.