El Fontana reabrirá en seis meses tras seis años de espera
El ayuntamiento anuncia el inicio inminente de las obras pendientes para completar la reforma

Fachada principal del polideportivo Fontana Mogort, en una imagen de ayer. / Agustí Perales Iborra
David Chordà
El inicio de las obras pendientes en el polideportivo Fontana Mogort de Alzira está cada vez más cerca. El concejal de Urbanismo, Andrés Gomis, anunció ayer en rueda de prensa que el inicio de las obras de la segunda y última fase «es inminente». El edil no dio una fecha exacta, aunque cabe recordar que la empresa que se ha de encargar de la obra tenía legalmente un mes para empezar la actividad desde la firma del contrato. A pesar de que, en un primer momento, se anunció para el 15 de abril y después se retrasó al 22, la constructora no comunicó la puesta en marcha pese a los requerimientos del consistorio ribereño.
En esta segunda fase se han de realizar las diferentes actuaciones en materia de seguridad, antiincendios y se reconstruirán los actuales vestuarios. Las obras tienen una duración de seis meses, por lo que se prevé que en octubre los diferentes clubes puedan volver a competir. La concejalía de Deportes estima que cuando esté resuelta la seguridad del recinto los equipos ya puedan entrenar.
El propósito inicial era haber construido vestuarios y diversas salas en el voladizo que recaía a la calle Pere Morell, «pero el coste de la obra y la necesidad de mayor tiempo obligaron a remodelar los actuales vestuarios», indicó el edil de Deportes, Vicent de la Concepción.
El 17 de abril de 2019 empezó la gran pesadilla del deporte alzireño de sala. Semanas atrás, el entonces alcalde Diego Gómez anunciaba durante la presentación del club de balonmano Alzira que iban a resolverse las goteras que tenía esta instalación. Sin embargo, la siguiente noticia fue infinitamente peor. Tras el estudio del estado del techo se determinó que tenía peligro de colapso y era imprescindible prohibir la actividad deportiva para sustituirlo. En un principio, se calculaba en 1,3 millones de euros el coste del cambio de techumbre y no fue hasta 2021 cuando se adjudicaron las obras con un presupuesto de 2,1 millones. Sin embargo, un error en el cálculo de material del techo obligaba a volver a licitar la obra, cuyo presupuesto aumentaba hasta casi 2,6 millones. La empresa adjudicataria del proyecto presentó una reclamación y el ayuntamiento tuvo que indemnizarla.
Las obras se iniciaron en verano de 2022, pero se ralentizaron y, en enero de 2023, se volvieron a paralizar. La empresa alegaba que se necesitaba una cubierta antigoteras porque la proyectada no garantizaba la estanqueidad del edificio. Cuando se remató la obra volvió a saltar la sorpresa al darse a conocer que faltaba una segunda fase para realizar los nuevos vestuarios y otras instalaciones. En enero se licitó este proyecto con un presupuesto de 700.000 euros que cinco meses después ha de empezar a ver la luz.
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