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La crecida del Magro daña pasos y frena obras frente a riadas en la Ribera

Las lluvias y el aumento del caudal del río provocan daños en dos pasos en Turís y paralizan los trabajos de la CHJ en varios puntos de la comarca

Uno de los pasos afectados por el temporal, que ya ha sido reparado.

Uno de los pasos afectados por el temporal, que ya ha sido reparado. / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Alzira

La dana Alice ha dejado una gran cantidad de lluvias en distintos puntos de la Ribera, donde se llegó a activar ayer la alerta roja hasta la medianoche, por, como informó la Agencia Estatal de Meteorología, "peligro extraordinario". Las fuertes precipitaciones, acompañadas de apararo eléctrico, anegaron calles, provocaron daños en viviendas y colapsaron la red de alcantarillado en varios municipios de la comarca.

Las lluvias, a su vez, provocaron la crecida, aunque de manera controlada, del río Magro, por lo que los vecinos y vecinas de las localidades cercanas al cauce miraban con atención su transcurso con el deseo de que no se vuelvan a repetir situaciones similares a las del pasado 29 de octubre. Cabe recordar que el desbordamiento del río Magro anegó de barro y agua varios municipios de la comarca, especialmente Algemesí, epicentro de la catástrofe.

A pesar de que el río no llegó a desbordarse, sí que dañó algunos pasos situados en zonas inundables. En el término municipal de Turís, la crecida del Magro afectó a dos pasos situados cerca del cauce, por lo que los vecinos y vecinas de la localidad tuvieron que buscar otras vías para poder desplazarse. Concretamente, el agua afectó los pasos conocidos como Ràfol o la Sabotxa, que conecta con la urbanización Altury. De hecho, esta era la única vía de paso durante los meses en los que la Diputación de Valencia trabajó en la reconstrucción del puente de la Fallereta, que resultó gravemente dañado por las inundaciones del pasado 29 de octubre.

Fuentes municipales señalan que uno de los pasos ya ha sido reparado, ya que los daños eran parciales, mientras que los técnicos trabajan en el otro camino afectado.

La crecida del Magro, por otra parte, también ha paralizado las obras que está acometiendo la Confederación Hidrográfica del Júcar en varios municipios para protegerse de futuras riadas. La CHJ ha confirmado que la mayoría de trabajos en los que los trabajadores deben acceder al cauce han tenido que ser frenadas hasta que disminuya el nivel del agua. Una de las obras que está acometiendo el organismo de cuenca en la Ribera es la construcción de una mota de cerca de 860 metros en l'Alcúdia, que se prevé que esté terminada a finales de año.

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