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Las familias del colegio afectado por el temporal en Sueca protestan ante las Corts: "No queremos lujos, sólo una escuela segura"

La Asociación de Familias de Alumnos del CEIP Cervantes reclama "información clara y concreta, con fechas precisas, sobre la duración y finalización de las obras"

Las familias del colegio afectado por el temporal en Sueca protestan ante las Corts: "No queremos lujos, sólo una escuela segura"

Germán Caballero

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Alzira

Las familias del CEIP Cervantes de Sueca, el centro que tuvo que ser clausurado hace unos días al no reunir las condiciones mínimas de seguridad, vuelven a movilizarse para reclamar "una escuela segura". En esta ocasión, y tras varias concentraciones a las puertas del centro, se han desplazado hasta las Corts Valencianes para exigir a la Conselleria de Educación "información clara y concreta, con fechas precisas, sobre la duración y finalización de las obras para recuperar las clases en un único espacio seguro". También ha acudido el alcalde de Sueca, Julián Sáez, y representantes del ejecutivo local.

Padres y madres del colegio se han desplazado en autobús hasta la capital para denunciar la situación en la que se encuentran los 240 alumnos, que tuvieron que ser reubicados en la ludoteca municipal y el centro de Formación de Personas Adultas tras los daños en el colegio. "Exigimos una solución definitiva e integral para un edificio con casi cien años que sufre un deterioro acumulado desde hace mucho tiempo", insisten. Como informó este diario, la situación se agravó tras el temporal del pasado 29 de septiembre. La tromba de agua comportó el desprendimiento del falso techo de una aula situada en el primer piso, que no ocasionó daños personales, ya que el consistorio había suspendido las clases por la alerta roja. En un primer momento, técnicos de la Conselleria de Educación decidieron clausurar la primera planta, pero, tras las inspecciones por parte del consistorio, decidieron cerrar el edificio y trasladar a los menores a otros dos espacios municipales.

El propio alcalde de Sueca, Julián Sáez, enviaba una carta al conseller de Educación para denunciar la gravedad de la situación. El primer edil incorporó al escrito el informe del arquitecto municipal, en el que se recogía que «no se pueden garantizar las condiciones de seguridad de los niños, maestros y del resto de trabajadores» por lo que califica el inmueble de «no apto para seguir prestando el servicio como colegio».

Protesta de la comunidad educativa.

Protesta de la comunidad educativa. / Germán Caballero

"Pedimos más que muros y reparaciones. Exigimos clases vivas, techos firmes y un único espacio de vida y aprendizaje, donde todas y todos puedan crecer juntos. Sufrimos desde hace años una degradación que ninguna administración ha tratado con la eficacia necesaria para no poner en peligro al profesorado y al alumnado", señalan desde AFA. Añaden: "La administración autonómica ha ido retrasando las obras con argumentos como la falta de presupuesto, el orden de prioridades, la burocracia o los cambios de gobierno, pero la situación se volvió insostenible el pasado 29 de septiembre".

La presidenta de la AFA, Mireia Aguada, señala que "no pedimos lujos, sólo queremos una escuela segura". Insiste en que la reubicación del alumnado también ha afectado a las familias. "Debemos separar a nuestros hijos del resto de la comunidad escolar y, además, nos toca llevarlos a un lugar más lejano", afirma Clara Sapiña, madre de un alumno de 5º de primaria. La situación se agrava entre las familias que tienen más de un hijo. "Tengo que llevar a mi hijo mayor a la puerta de la Casa de la Cultura e irme corriendo para llevar al pequeño al centro", señala Carla Capellino, madre de un menor de 4 º y otro de 2 º de primaria.

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