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Un catedrático de Càrcer lidera la investigación que analiza el impacto de la arginina en la prevención y tratamiento de la osteoporosis

Los resultados se han publicado recientemente en la revista especializada International Journal of Molecular Sciences.

El doctor Miguel Ángel García Pérez.

El doctor Miguel Ángel García Pérez. / Levante-EMV

Alzira

Miguel Ángel García Pérez, catedrático del Departamento de Genética de la Universitat de València y natural de Càrcer, ha liderado el equipo de investigación del Hospital Clínico Universitario de València que ha analizado el impacto de la arginina en la prevención y tratamiento de la osteoporosis. Los resultado del estudio se han publicado recientemente en la revista especializada International Journal of Molecular Sciences.

Según explica el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA del Clínico, la arginina es un aminoácido que el organismo puede sintetizar, por lo que se considera ‘no esencial’. Aun así, en determinadas circunstancias, puede resultar útil su administración como fármaco o suplemento alimentario. Participa en la producción de óxido nítrico, implicado en la comunicación celular del hueso, y en la síntesis de poliaminas, necesarias para la formación y renovación del tejido óseo.

“El objetivo de la investigación fue doble. Por un lado, evaluar la capacidad osteogénica, es decir, para inducir la síntesis de matriz ósea, de la arginina en una línea celular de osteoblastos (las células encargadas de formar hueso) en un estudio in vitro. Y, por otro lado, comprobar si la administración de arginina podía prevenir la pérdida ósea en un modelo murino de pérdida de masa ósea acelerada, como es la ratona ovariectomizada, un modelo experimental animal que imita la osteoporosis posmenopáusica en la mujer, en un estudio in vivo.”, detalla el doctor Miguel Ángel García Pérez.

Los resultados del estudio han mostrado que la administración de arginina no mejoró el estado óseo en el modelo animal y, de hecho, a dosis elevadas (superiores a las utilizadas en humanos) se observaron efectos negativos sobre el hueso, especialmente el hueso esponjoso.

“Es importante destacar que estas dosis no son comparables a las empleadas en suplementos nutricionales, por lo que los resultados no se deben extrapolar directamente al humano. En conjunto, nuestros datos no confirman un efecto beneficioso claro de la arginina sobre el hueso a la dosis empleada, pero sí señalan la necesidad de seguir investigando su papel en diferentes condiciones experimentales. Este estudio aporta un punto de atención importante y subraya que se requieren más investigaciones para entender con precisión cómo influye la arginina en el metabolismo óseo” concluye el doctor García Pérez.

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