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Un año de la dana

«Temimos por la desaparición de la banda de Algemesí tras la riada»

El presidente de la sociedad musical reconoce que «nos preocupaba mucho que las familias nos dejaran de lado» y destaca el «gran apoyo recibido»

Integrantes de la Societat Musical d’Algemesí de todas las edades, durante un ensayo en el Casal Fester.

Integrantes de la Societat Musical d’Algemesí de todas las edades, durante un ensayo en el Casal Fester. / Perales Iborra

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Alzira

Para la Societat Musical d’Algemesí, el próximo 29 de octubre será un día «para celebrar que seguimos aquí». La trágica dana provocó más de doscientas muertes en la provincia, generó daños por valor de millones de euros y puso en riesgo la continuidad de numerosos comercios y asociaciones que, al menos, podrán decir que sobrevivieron al impacto de una riada histórica. Su presidente, Vicent Girbés, reconoce que, por momentos, temieron por la desaparición de una entidad cuya historia se remonta hasta 1836.

La imagen del barro y los instrumentos destrozados por al desbordamiento del Magro en la sede de la sociedad quedará grabada para siempre en la memoria de sus integrantes por lo que significaba y por las consecuencias que pudo haber tenido. «Seguramente, todos tengamos todavía el miedo en el cuerpo. De la noche a la mañana, tuvimos que hacer borrón y cuenta nueva. Lo perdimos todo y nos tocaba empezar desde cero. Lo que vimos aquí solo lo habíamos visto antes por la televisión, cuando pasaba en Indonesia o Estados Unidos. Pensábamos que algo así no nos podía pasar, hasta que pasa», asegura.

La incertidumbre era (y todavía es) máxima, especialmente en las primeras semanas de recuperación de una relativa normalidad. Las primeras decisiones sobre el futuro se tomaban todavía con las botas puestas y el barro muy presente. También con el temor a no recuperarse de un golpe tan duro. «No sabíamos hacia dónde tirar, no estábamos preparados para algo así. Nos preocupaba mucho que las familias nos dejaran de lado, que los alumnos se borrasen. Hemos ido cambiando de espacios al perder nuestra sede y no tener todavía la definitiva en el Edifici Polivalent, ya que está pendiente de reforma», expone Girbés, que agrega acto seguido: «Ha sido un año caótico. Nos hemos adaptado todos de la mejor manera posible. Somos nómadas. El Casal Fester se ha convertido en un refugio compartido para muchas asociaciones, pero también hemos compartido espacios con la escuela de tabal y dolçaina y los escolapios. Es una molestia tener que los alumnos den una clase de solfeo en un sitio y tengan que caminar diez minutos para ir a la instrumento, por ejemplo. Pero nos organizamos de la mejor manera posible y seguimos funcionando, que es lo importante».

La Societat Musical d'Algemesí, un año después de la dana

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Agustí Perales Iborra

Conciertos lejos del hogar

A falta de un espacio definitivo a cubierto, y ante la elevada demanda social edificios municipales, el colectivo se resigna a tener que celebrar muchos de sus conciertos en otras localidades. La festividad de Santa Cecilia les llevará a actuar en el centro cultural Enric Valor de Benifaió, donde ya compartieron el concierto de Navidad del pasado año con la sociedad musical de la población vecina. «La falta de espacios que puedan servir de auditorio nos obliga a buscar este tipo de salidas, porque el objetivo de cualquier sociedad musical es el de compartir su trabajo con el público», reflexiona Girbés, que no oculta la decepción ante la lentitud administrativa:«Sabemos que la reforma del Edifici Polivalent se hará, que se van a invertir los dos millones que nos han dicho y que estas cosas no siempre van todo lo rápido que nos gustaría a todos, pero nos habría encantado estrenar la sede con el nuevo curso».

Con todo, el mensaje que más repite es el de agradecimiento: «Un año después, emociona ver todo el apoyo que hemos tenido de músicos y familiares, pero también de entidades externas. Recibimos una inmensa ayuda de la Federación de Sociedades Musicales, tanto en forma de becas como a través de donaciones de los instrumentos más caros. Estamos muy agradecidos a todo el mundo porque, sin toda esta ayuda, posiblemente, la asociación más antigua de Algemesí, sin contar la Iglesia, no seguiría aquí», concluye el presidente.

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