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Algemesí

La tienda de ropa que encontró el apoyo de la reina Letizia para salir del barro

La propietaria agradece a la monarca que escogiera uno de sus vestidos: "Me dio una gran visibilidad que necesitaba en ese momento"

Mía, la tienda de Algemesí donde compró la reina Letizia Ortiz, un vestido, tras la dana

Perales Iborra

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Algemesí

Carmen Galán se encontraba retirando el barro y reparando todos los desperfectos ocasionados tanto en su tienda de ropa como en el almacén en el que guarda todo el material en Algemesí dos semanas después del desbordamiento del río Magro, cuando recibió una de las llamadas más sorprendentes e inesperadas. "Pensé que era una broma. No me lo podía creer", señala. No era para menos. Una de las estilistas de la reina Letizia se había puesto en contacto con la afectada para adquirir una de sus piezas y, así, brindarle la visibilidad que el negocio necesitaba en ese duro momento. "Vine a la tienda a por una cosa y sonó el teléfono. Fue una casualidad enorme porque yo estaba limpiando el almacén. Tuve la suerte de entrar a la tienda en ese momento porque, si no hubiera entrado, probablemente nada de esto hubiera sucedido", reitera.

Galán recuerda la tragedia y las semanas posteriores como una sucesión de fortunas y milagros. La primera suerte, en sus palabras, era no encontrarse en la tienda. Y la segunda fortuna fue, sin duda, responder esa llamada. "El 29 de octubre milagrosamente no estaba aquí. Tenía una reunión en València, pero la cancelamos por las lluvias. Tuve la suerte de no estar en la tienda, ya que no vivo en Algemesí y, por lo tanto, me hubiera quedado atrapada en la Pista de Silla y tuve la suerte de que canceláramos la reunión y no nos pillara", explica.

El 31 de octubre, dos días después de la catástrofe, Galán pudo acceder por primera vez a la tienda. Todavía recuerda emocionada y con la voz entrecortada cómo fue aquella primera imagen. "Era dantesco. Es inexplicable lo que vi, todo estaba lleno de barro y yo no entendía nada", lamenta. Por suerte, la altura del agua y del barro en el negocio no superó el medio metro de altura, por lo que pudo salvar la mayoría de prendas, aunque el almacén, que comparte con otros negocios, también se vio afectado por las inundaciones. "Me puse a llorar cuando llegué", insiste.

Tras el primer impacto, la propietaria de la marca Miamoda tenía claro que, costara lo que costara, ella iba a volver a abrir ese negocio que inauguró en 1998. Y, en medio de las labores de limpieza, llegó esa llamada que le devolvió la esperanza. La afectada, que todavía no había reabierto el local, hizo una selección de algunas de las prendas disponibles en la página web. "Ellos luego eligieron el modelo que creían que podía ser el más acertado y no fallaron", reconoce.

Carmen Galán muestra algunas de las prendas de su tienda.

Carmen Galán muestra algunas de las prendas de su tienda. / Perales Iborra

La reina Letizia lució el 27 de noviembre, casi un mes después de la catástrofe y con motivo de la entrega de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes en Sevilla, un vestido en tono burdeos confeccionado en canalé, con cuello subido y falda abierta. "Para mí fue una gran satisfacción. Algo muy bonito dentro de toda la tragedia", explica. Aquel gesto de la monarca no sólo le otorgó una mayor visibilidad, sino que comportó que se agotara el modelo en pocos días. "Me dio una visibilidad muy grande, que necesitaba. Necesitaba que la gente viniera a comprar", agradece.

Los fans de los 'looks' de la monarca no dudaron en copiar el estilismo. "Pusimos más en la web, pero no sabía que iba a tener la repercusión que tuvo. Si hubiera tenido más, estoy segura de que se hubieran agotado también", reconoce. Los seguidores de la reina no sólo apostaron por ese vestido, sino que también se volcaron en ayudar a la tienda y compraron otros modelos. "Entraban a mirar y me compraban otras prendas", recuerda.

Esta no fue la única ocasión en la que la reina llevó el vestido, ya que volvió a sacar este 'look' de su armario para presidir tres audiencias en el Palacio de la Zarzuela el pasado 18 de marzo. Galán señala que "es un orgullo que lo volviera a lucir". Clientes y seguidores volvieron a llamar a la tienda para conseguir el vestido, pero "era imposible". Por suerte, la propietaria pudo quedarse uno de ellos de recuerdo, aunque en un color distinto. "No sé qué haré con él. Si lo rifaré o me lo quedaré de recuerdo", reconoce.

Carmen Galán en su tienda de Algemesí.

Carmen Galán en su tienda de Algemesí. / Perales Iborra

Galán se siente "muy satisfecha" por este gesto. "Fue una gran satisfacción que se pusiera un vestido de mi tienda. Le quedaba fenomenal y no tuvieron que retocar nada. Lo lució mucho. Era muy sencillo, pero lo quedó muy bien", se congratula.

"Un año duro"

A pesar de este empujón y la visibilidad que supuso que Letizia luciera el vestido, Galán reconoce que "ha sido un año muy duro". "Durante las primeras semanas nadie compraba porque daba igual como te vistieras. Todo era barro y polvo. El invierno pasado tuve muchas pérdidas y estos meses también serán complicados", lamenta. No obstante, la afectada reitera que "hay que continuar". Añade: "Quiero continuar porque me gusta mi trabajo". Reconoce que esta catástrofe es uno de los episodios más complicados que ha vivido. "La pandemia fue dura, pero, cuando abrimos, la gente se volcó. Aquí la ropa ha pasado a un segundo plano porque la gente ha perdido muchas cosas", afirma.

Por ello, el gesto de la reina fue un empujón para seguir adelante. "Ha tenido muchos gestos con muchas tiendas para intentar ayudarnos. Estoy infinitamente agradecida. Le dos las gracias a unos niveles que no tiene nombre. Gracias por este gesto, por mí, por mi tienda y por mi pueblo. Gracias a esto la gente ha situado Algemesí y sabe qué nos pasó", concluye.

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