El último estudio revela que las aguas de la cuenca del Serpis empeoran en calidad

El informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar apunta que la causa podría deberse al menor aporte de caudal de los ríos debido a la sequía - Los acuíferos situados en la Safor, el Comtat y l'Alcoià registran una degradación considerable

El último estudio revela que las aguas de la cuenca del Serpis empeoran en calidad

El último estudio revela que las aguas de la cuenca del Serpis empeoran en calidad

s. s. | gandia

Las aguas superficiales y las subterráneas situadas en casi toda la cuenca del río Serpis han empeorado en calidad en los últimos años. A pesar de que se han puesto en marcha algunas grandes depuradoras, sobre todo en la zona de Alcoi-Cocentaina, el último estudio en profundidad llevado a cabo por técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) constatan esa mala noticia. El Serpis y la mayoría de sus afluentes, especialmente el Vernissa, siguen enfermos.

El estudio, que acabó hace ahora un año, compara los datos de calidad del agua que se llevaron a cabo en el año 2009 con los obtenidos ahora, y la conclusión es que tanto en los ríos, lagos y barrancos como en los acuíferos subterráneos la calidad del líquido «ha ido disminuyendo».

Eso a pesar de que, especialmente en el tramo del Serpis situado entre Alcoi y Cocentaina, se han puesto en funcionamiento en este periodo sistemas de depuración que reducen los elementos contaminantes, tanto de las aguas residuales urbanas como de las industriales.

Los mismos técnicos de la CHJ señalan, refiriéndose a las posibles causas de ese empeoramiento en la calidad del agua, que una de ellas sin duda es la reducción de los caudales que aportan los ríos. Es decir, se constata también que hoy llueve menos que en 2009, cuando se llevó a cabo el anterior estudio, lo que contribuye a la degradación de las reservas hídricas, tanto las superficiales como las subterráneas.

Según figura en los gráficos y los mapas que acompañan el estudio, son justamente la Safor, el Comtat y l'Alcoià, comarcas que atraviesa el cauce del Serpis, la zona que registra el mayor empeoramiento de las aguas en todo el territorio administrado por la CHJ, que va desde la cuenca del Ebro, por el norte, hasta la del Segura, en su límite sur.

Por zonas, los análisis practicados al agua indican que el Serpis nace herido en las inmediaciones de Alcoi, donde rápidamente queda contaminado por los aportes de aguas residuales e industriales. Lógicamente, esa degradación se mantiene en el lago que forma el pantano de Beniarrés, y es justamente a partir de ahí cuando, a consecuencia del movimiento y la oxigenación natural, el caudal va «depurándose» hasta llegar a Villalonga.

En el caso del río Vernissa, también desde su nacimiento está empañado por la contaminación, pero en este caso se debe a las filtraciones de nitratos y fosfatos, generalmente usados en la agricultura intensiva que jalona todo su recorrido. Cuando desemboca en el Serpis, entre Beniarjó y Almoines, contribuye a degradar el caudal en el escaso recorrido que ya queda hasta el Mediterráneo.

En cuanto a las aguas de los marjales costeros, la situación es dual. El estudio indica que desde la desembocadura del Júcar hasta Gandia, abarcando todo el marjal de la Safor, la calidad es mala. Desde Gandia hacia el sur, incluyendo todo el marjal de Pego-Oliva, la salud del agua puede considerarse bueno. Esa situación es la misma que se producía en el anterior estudio de 2009.

Los mismos especialistas que han llevado a cabo el análisis apuntan algunas de las actuaciones que deberían acometerse para revertir la situación para volver a tener ríos saludables. Secretos hay pocos: contaminar menos y mejorar la depuración de los caudales urbanos e industriales.

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