El cierre de «Búho», en el Raval, costará 1.500 euros al mes 20 años

Cocoloco no es la única discoteca de Gandia que, a cuenta del dinero de todos los contribuyentes, ha cerrado por causar molestias a los vecinos. A mediados del año 2013, el Gobierno local aprobó un concurso público pensado exclusivamente para alquilar el local de la discoteca Búho, situada en la confluencia de las calles Oliva y Sant Enric, en el distrito del Raval.

Los vecinos se quejaban desde hace meses de los ruidos y gamberradas de los clientes y acordó pagarle a los propietarios un alquiler de 1.500 euros al mes durante 20 años, lo que supone una cifra final de 360.000 euros.

A esa cantidad hay que unir los cerca de 250.000 euros que el ayuntamiento aportó para acondicionar las instalaciones de la discoteca y, aprovechando que ya estaba insonorizada, destinarla a ensayo de bandas musicales.

El Gobierno local justificó esas inversiones con el argumento de acabar definitivamente con las molestias. De hecho, dentro de 20 años, cuando acabe el periodo del alquiler, no podrá recuperar la condición de discoteca porque una modificación del Plan General de Ordenación Urbana impide locales de ese tipo en una gran parte de la ciudad, incluido el Raval. s. s. gandia

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