De las fallas a la política hay un paso. Así lo han demostrado en los últimos años presidentes y falleras mayores, tanto del municipio como de comisiones, en Tavernes de la Valldigna.
Muchos son los ejemplos en los que, tras ocupar un cargo de responsabilidad en el seno de la fiesta han sido llamados por diferentes partidos para formar parte de las listas electorales, e incluso liderarlas, como fue el caso de Eugenio Pérez, primer alcalde del PP en el municipio.
Las formaciones, conscientes de que durante el tiempo que ocupan esos cargos se convierten en representantes de un colectivo que aglutina un amplio sector de la sociedad, llaman a sus puertas con la intención de que atraigan el mayor número de votos posibles.
Cuando Pérez fue alcalde, en 1995, ocupaba el cargo de presidente de la falla la Via, su comisión de toda la vida. Posteriormente y obligado por el cargo de responsabilidad que ocupaba, abandonó la primera línea fallera, aunque siempre se ha mantenido ligado a la fiesta y a su comisión.
En 2011, José Garcia se vio obligado a abandonar su cargo como presidente de la entonces Junta Local Fallera. Había aceptado el reto de formar parte de la lista del PSPV-PSOE a las elecciones de ese año y lo hacía, además, en puestos que en principio eran de salida, en tanto que se había situado en el 5. Ese era el número de concejales que hasta entonces tenían los socialistas en el consistorio. Sin embargo, Garcia se quedó sin acta de edil por culpa de la gran cantidad de apoyos que perdió el PSPV en aquellos comicios, donde se dejaron a dos ediles por el camino pasando a tener 3. Pese a todo, a la postre acabaron formando parte del Gobierno local.
Ese mismo año pero a otra lista, la del PP, se apuntó Mariola Cucarella. En 2010 había sido Fallera Mayor del municipio y como hizo García, con quien compartió cargo, decidió dar el salto a la política. Ocupaba el puesto número 10, por lo que no entró en el ayuntamiento al sacar la formación solo 8 ediles. Cuando Salvador Ferrando dimitió hace unos meses se llegó a especular con que ella podría ser su sustituta, aunque finalmente el número 9, José Talens, aceptó el puesto.
Para las próximas elecciones, las del mes de mayo, la historia se repite. Y es que el gusanillo político también ha picado a otras reinas falleras de la ciudad. Es el caso de Noelia Grau, que representó al colectivo en 2011 y Empar Mayans, que ocupó dicho cargo el año pasado. Ambas se han enrolado en la lista de Compromís. Los nacionalistas consideran que su presencia puede aportar un buen número de votos del colectivo fallero para reeditar el Gobierno local que ahora ocupan. Falta por conocer otras candidaturas, por lo que no se descarta que en alguna de ellas pueda haber otros falleros.
También desde la Semana Santa
No solo las fallas han sido buen campo de entrenamiento para aquellos que han decidido dar el salto a la política.
Cuando Carmen Canet encabezó la lista del PSPV en las pasadas elecciones, era presidenta de la Junta Mayor de Hermandades de Semana Santa. Ocupaba el cargo desde 2009 y lo dejó cuando, pasados los comicios de 2011 obtuvo un cargo de responsabilidad dentro del nuevo Gobierno local surgido en coalición con Compromís y EUPV.
No solo en Tavernes se han dado casos de salto a la política desde las fallas. En Gandia, los últimos ejemplos son los de Jesús Garcia, quien tuvo que dimitir como presidente antes de las fallas del 2011 tras anunciar que formaría parte de la lista de los socialistas gandienses que encabezó el exalcalde de la ciudad José Manuel Orengo.
En el otro bando, el del PP, entró Marta Cháfer. La actual concejala de Educación fue Fallera Mayor en el año 2009. Aunque su salto no fue tan inmediato como en los ejemplos de Tavernes, los populares también quisieron aprovechar el tirón que da ocupar un cargo con tanta visibilidad como el de reina de todos los falleros.
