1 de mayo del 2017. Esa es la fecha marcada en rojo en el calendario del alcalde de Gandia. Es el día en el que él está convencido que el parque acuático, el que ha venido a llamar «el proyecto más ambicioso de la historia de Gandia», abrirá sus puertas para recibir a miles de turistas, si es que las optimistas previsiones del máximo mandatario municipal se cumplen.
Corría el mes de julio de 2014 cuando el propio Torró anunciaba su construcción. Además de atraer turismo, el primer edil, tratando de hacer bueno su lema de campaña, 'Ahora Empleo', estimaba la creación de 300 puestos de trabajo directos y otros 1.500 indirectos.
El parque llegaba de la mano de la empresa norteamericana Profun Management, que realizó un estudio «confidencial» de viabilidad cuyo resultado fue sorprendente. El estudio, que costó 135.000 euros de las arcas públicas, señalaba que incluso en el peor de los escenarios la instalación resultaría rentable para el inversor.
Aunque inicialmente se dijo que el ayuntamiento no pondría dinero, el alcalde asumió que los terrenos serían adquiridos a cuenta del consistorio mediante una partida de 1,2 millones de euros que saldría de la venta de parcelas municipales.
Además de redactar el estudio de viabilidad, Profun Management tenía la encomienda de buscar inversores extranjeros. Se habló de Rusia, China, Estados Unidos, y otros del sureste asiático. Hubo, incluso, un viaje a Estados Unidos de Torró junto a responsables del departamento de Turismo para reunirse con ejecutivos de la empresa y colaborar en el diseño del parque. A su regreso, el alcalde anunció que ya había cinco compañías interesadas en invertir, algunas de ellas extranjeras.
También al regreso de aquel viaje, Torró amplió el concepto de parque acuático y habló de «instalaciones alternativas que ofrezcan servicio durante todo el año», por lo que «ya no sólo será de ocio sino que también se convierte en un proyecto social, incluyendo de esta manera la posibilidad de apoyar el currículum de actividades escolares anuales en la región».
El recinto incluirá una zona para grandes eventos y un recinto para los festivales que promociona a la ciudad. El plan es que las obras duren treinta meses, pero para ello la Generalitat deberá aprobar un Plan Especial que no se prevé un simple trámite porque los 228.000 metros cuadrados afectados lindan con la zona protegida del marjal de Gandia
Será dinero nacional
Como informó ayer este periódico, pese a los anuncios y augurios de inversiones extranjeros, el dinero, finalmente, no cruzará ninguna frontera, puesto que vendrá desde Murcia y Benidorm.
El Ayuntamiento de Gandia ha firmado un acuerdo para que sea el Grupo Corporativo Fuertes, propietario entre otras firmas de Cárnicas el Pozo, una de las compañías alimentarias más reconocidas de España, el que ponga sobre la mesa los 45 millones para el complejo, condicionados a que el PP vuelva a ganar las elecciones.
Este proyecto no ha estado exento de polémica. Compromís se opone de manera frontal por su ubicación, lindante al marjal de Gandia. El PSPV-PSOE, por su parte, considera que se trata de otro proyecto anunciado sin tener nada atado y sin que existan las mínimas garantías de inversión. La candidata socialista a la alcaldía, Diana Morant, auguró ayer que el parque acuático «desaparecerá» después de las próximas elecciones.
