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Fomento realiza obras en la N-332 en Oliva en plena operación salida

Cientos de coches quedan atrapados en colas kilométricas e intentan escapar por vías secundarias de la playa y el marjal - El ministerio no atiende a la alta densidad de tráfico y mantiene los trabajos

Fomento realiza obras en la N-332 en Oliva en plena operación salida

El Ministerio de Fomento está llevando a cabo, al menos hasta el día de ayer, una de esas actuaciones que los ciudadanos difícilmente pueden llegar a entender por inoportunas y molestas.

En plena Semana Santa, y en el caso de ayer ya inmersos en la operación salida, operarios de mantenimiento están realizando obras en el tramo de carretera nacional 332 que discurre entre Oliva y el Verger.

La inoportunidad es doble porque sabido es que esa vía permite el acceso a numerosas playas, tanto de la Safor como de la Marina Alta, de manera que el volumen de tráfico en estas jornadas es mucho mayor de lo habitual.

Consecuencia lógica de ello, largas colas y mucha indignación por parte de los usuarios que quedan atrapados como en una ratonera. En el día de ayer, Levante-EMV pudo comprobar que muchos conductores hartos de esperar daban media vuelta y volvían por donde había llegado. Otros buscaban atajos en los caminos que discurren entre la N-332 y la playa o por el marjal de Oliva-Pego. Las paradas de quienes no tenían otra opción que la paciencia llegan a la media hora.

Las obras de mantenimiento, que consisten en el asfaltado de la vía y el posterior pintado de las señales, se inició precisamente el lunes pasado entre el cruce del Molinell y la carretera que comunica la N-332 con la localidad de Pego.

Las obras de asfaltado y pintado obligan a cortar intermitentemente un carril de circulación al tráfico rodado en las horas centrales del día. Según narran conductores a este periódico, las colas en ambos sentidos de la marcha llegan a medir varios kilómetros con vehículos particulares, furgonetas de reparto, camiones de gran tonelaje y autobuses que complican aún más la situación.

Concretamente para recorrer tres kilómetros el pasado martes se alcanzó hasta una media hora de espera debido a la longitud de las colas y la lentitud de la circulación obligada por los trabajos, lo que hizo desesperar a más de un conductor que tocaba su claxon, mientras que otros intentaban escapar del atasco por las carreteras secundarias.

El Ministerio de Fomento anunció recientemente la formalización de un contrato de servicios para llevar a cabo trabajos de conservación de las carreteras en esta zona por valor de casi seis millones de euros. Se trata de diversos puntos negros que acumulan elevada concentración de accidentes de tráfico, entre ellos el tramo entre Oliva y el Verger, del que va de Bellreguard a Gandia o el que discurre junto a la ciudad de Sueca.

En determinadas ocasiones la Dirección General de Tráfico da instrucciones al Ministerio de Fomento para que paralice todas las obras en marcha cuando la previsión de desplazamientos por carretera es muy elevada, como ocurre en estas jornadas de Semana Santa. Lo extraño es que, aun siendo una zona de costa y a pesar de que el mismo Gobierno de España anunciaba anteayer que se producirían millones de desplazamientos entre el centro de España y las costas del Mediterráneo, nadie haya advertido a los trabajadores de Oliva para que suspendan la ejecución de los trabajos hasta, al menos, el martes de la semana que viene.

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