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El proyecto para evitar un desierto comercial alrededor del viejo hospital cuesta 14 millones

Muchos de los negocios del distrito de Roís de Corella piensan que el ayuntamiento llega tarde para mantener la actividad y evitar cierres - El malestar generado provoca una reunión de urgencia el miércoles próximo a la que acudirá el alcalde

El alcalde de Gandia, Arturo Torró, auguró hace meses que el ayuntamiento trabajaba para que «al día siguiente de que salga el último paciente» del hospital Francesc de Borja, se pudieran iniciar obras para dar viabilidad a algún proyecto que evitara un desierto comercial como el que se produjo alrededor del antiguo hospital La Fe, situado en el barrio de Campanar de Valencia. Allí se calcula que han cerrado una cuarta parte de los negocios desde que la Generalitat trasladó el complejo sanitario a los nuevos edificios situados en el barrio de Malilla, al sur de la ciudad.

Es evidente que aquella intención anunciada por el alcalde gandiense no se ha cumplido, y quienes más lo están notando son los locales comerciales situado alrededor del viejo hospital. Desde bares a floristerías, desde ferreterías a restaurantes, e incluso los grandes supermercados, ya han registrado un descenso significativo en el volumen de ventas, y hay quien interpreta que muy pronto tendrán que despedir a trabajadores.

Era algo que se temían muchos porque, pese a la existencia de los juzgados, que también son un motor económico, el volumen de movilidad que generaba el viejo centro sanitario era enorme, y buena parte de los comerciantes que vivían de los usuarios del hospital ya reconocen abiertamente que el ayuntamiento llegará tarde para evitar el cierre de muchos establecimientos.

El verano pasado el ayuntamiento organizó un concurso de ideas para reconvertir el edificio del hospital. En octubre se supo que había ganado el titulado «Reactiva», que obligaría a una inversión de 14 millones de euros.

Como era de prever, no se sabe quién va a aportar esa enorme cantidad de dinero, y consecuencia de ello, desde octubre no se ha adoptado ninguna medida que vislumbre la posibilidad de que el complejo «Reactiva» pueda convertirse en una realidad, al menos a corto o medio plazo.

Según revela el ayuntamiento, el proyecto ganador del concurso de ideas incluye un centro de salud, un edificio para enfermos crónicos, un conservatorio de música y un edificio para la tercera edad, además de zonas verdes, una zona comercial y locales de ocio y cultura. Para que todo eso sea realidad es necesaria la participación de la Generalitat, el ayuntamiento y, obviamente, la iniciativa privada, pero a día de hoy no existe ni siquiera un plan cerrado para el derribo del actual edificio, paso previo al impulso de la idea ganadora.

La tremenda preocupación que ha causado el bajón de actividad registrada en la primera semana a partir del traslado del hospital ha motivado que el alcalde de la ciudad, Arturo Torró, convoque una «reunión de trabajo» con los comerciantes que tendrá lugar el miércoles de la próxima semana en el centro social de Roís de Corella. Según se dijo ayer, el tema que se abordará son «las medidas correctoras» que se piensan poner en marcha para que no cierren negocios y toda esa zona se convierta en un desierto comercial.

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