La inclusión de una partida de un millón de euros para la finalización de las obras de urbanización de Aigua Blanca IV permitió ayer que el Presupuesto Municipal de Oliva para 2015 fuese aprobado, sin ningún voto en contra, en el pleno extraordinario convocado a tal efecto. A favor votaron PSPV-PSOE, Compromís, Projecte Oliva y Gent d'Oliva, mientras que el Partido Popular se abstuvo.
Ese alto nivel de consenso a solo cinco semanas de las elecciones municipales y del fin de la legislatura solo se entiende por la estrategia que ideó la concejala de Hacienda y alcaldesa en funciones, la socialista Ana Morell, quien, para intentar que los otros grupos no rechazaran el presupuesto, incluyó la formalización de un crédito de un millón de euros para poder acabar la urbanización de Aigua Blanca IV, que lleva años paralizada por un conflicto que ha generado muchas críticas.
Según pudo saber ayer este periódico, ese millón de euros no es suficiente para acabar la urbanización. Por eso en el próximo pleno ordinario se incluirá la aprobación de nuevas partidas para alcanzar los aproximadamente 1,7 millones que permitirán completar los trabajos pendientes en esa zona urbana.
La idea del Gobierno local es que la próxima semana, a más tardar la siguiente, los técnicos presenten el proyecto de obras definitivo para Aigua Blanca IV, de manera que sería inmediatamente después de constituirse la nueva Corporación surgida de las elecciones del 24 de mayo cuando se adjudicarían los trabajos.
Si todo transcurre como se ha planificado, la urbanización estaría finalizada entre 2015 y 2016, casi diez años después de que arrancaran las obras.
Durante todo este tiempo Aigua Blanca ha generado un sinfín de polémicas políticas y con los vecinos propietarios de parcelas. Tan es así que el proceso para terminar la urbanización fue el más duro de los escollos que tuvieron que salvar los grupos municipales del PSPV y de Compromís para alcanzar el acuerdo que permitió presentar la moción de censura al PP en julio de 2012.
Paradojas de la vida, también fue uno de los motivos de la crisis del Gobierno local que forman ambos grupos, aunque durante los últimos meses cada uno de los concejales han mantenido sus respectivas delegaciones y no ha habido ruptura del gobierno.
En el pleno de ayer, celebrado a mediodía, también estuvieron algunos de los afectados con terrenos en la urbanización, que en esta ocasión evitaron protestas y críticas, pero tampoco hubo gestos de euforia o aprobación al proceso que, si no se tuerce, pondrá fin a algunas de sus reivindicaciones.
Arreglar la piscina cubierta
Además del dinero para Aigua Blanca IV, el presupuesto aprobado ayer asciende a un montante de 21.761.000 euros, lo que supone 691.000 euros más que el del año anterior, con la previsión de la concertación de una operación de préstamo para la financiación de las inversiones del 2015. Ese documento contempla 60.000 euros para las obras de remodelación de la piscina cubierta, lo que también facilitó el voto de Projecte Oliva, que ostenta la delegación de Deportes. Otros 43.000 euros irán a la reforma de la guardería municipal y 25.000 euros para un vehículo para la Policía Local.
Ana Morell explicó que era un presupuesto prudente y real que cubre las necesidades que tiene Oliva en la actualidad» y que «cumple el criterio de prudencia» al planificar la hacienda local.
Chelo Escrivá, del PP, lamentó «que no se nos ha dado la posibilidad de presentar propuestas porque no ha habido tiempo suficiente», aunque reconoció que con este presupuesto «se solucionan errores», en referencia a Aigua Blanca. Escrivà lamentó que no haya dinero para un Plan de Viales y que estas cuentas «hipotequen el futuro del 2016».
El portavoz del Compromís, David González, dijo que «los errores del pasado se pagan» en casos como el de Martí de Vesses y Aigua Blanca IV, y lamentó que, en otras circunstancias, «podríamos tener cuatro millones de euros para invertir en mejoras para la ciudad y se han de gastar para solucionar problemas de otras corporaciones».
Blai Peiró, de Projecte Oliva reconoció que «hace falta que Oliva tenga unos presupuestos participativos» y abogó «por la responsabilidad» de dar su voto a favor.
Pepe Salazar, de Gent d'Oliva, reconoció que el millón de euros para Aigua Blanca «había condicionado» su voto a favor.
