Ni una semana ha tardado la Conselleria de Sanidad en poner en marcha la zona subterránea del parking del nuevo hospital de Gandia. Solo ha sido necesario comprobar el caos que se genera en el espacio descubierto, como publicó el pasado martes Levante-EMV para darse cuenta de la necesidad de ofrecer el mayor número de plazas posibles a un centro en el que se atiende a una población de 185.000 personas. Esto, con el agravante de que, si no viven en Gandia, los usuarios están casi obligados a llegar hasta el centro en coche, puesto que el servicio transporte público para unir los municipios de la comarca es más bien inexistente.
Esta misma semana, la Conselleria de Sanidad informaba a este periódico de que la apertura de la planta subterránea del aparcamiento se demoraría porque «aún no estaba acabado del todo» y que estaría «en unos días». Aunque no se especificaba una fecha concreta no se esperaba que la solución llegara tan pronto, empujada, sobre todo, por el caos que se genera en el parking descubierto cada día.
Así, con la apertura del nuevo recinto cubierto, se amplía la zona de aparcamiento y tanto los usuarios como los trabajadores dispondrán de 925 plazas para dejar sus vehículos sin necesidad de, por ejemplo, tener que aparcar en el polígono Benieto y cruzar la carretera a pie, como ocurría hasta ahora con el consiguiente peligro que ello supone.
Por tanto, con la puesta en marcha de la zona cerrada, ya está operativo el cien por cien del parking del nuevo hospital. Como ya publicó en su día este periódico, será gratuito, tanto para trabajadores como para usuarios, gracias a que el Ayuntamiento de Gandia se hará cargo de su mantenimiento en virtud del acuerdo al que llegó Arturo Torró con la Conselleria de Sanidad.
Han sido muchas las quejas que a lo largo de esta semana han llegado de parte de los usuarios del hospital por la falta de aparcamiento. La ausencia de suficientes plazas provocó que muchos aparcaran sobre las aceras, en pasos de cebra o que incluso se invadieran carriles por los que circulan los vehículos. La gente dejaba el coche, literalmente, donde podía.
