Dieciséis mil personas atendidas en Consultas Externas. Dos mil casos de urgencias médicas. Setenta operaciones quirúrgicas urgentes y 161 de las 292 camas ocupadas en el día de ayer. Esas son algunas de las cifras que arroja el nuevo hospital Francesc de Borja de Gandia, abierto definitivamente el sábado 11 de abril, según reveló ayer la Conselleria de Sanidad durante una vista organizada para los medios de comunicación con el objetivo que dar a conocer las nuevas instalaciones. En esa visita no hubo políticos, dado que la ley prohíbe difundir logros de la Administración a partir del momento en que se convocan elecciones.
Durante el recorrido Sanidad mostró las modernas instalaciones, propias de un hospital del siglo veintiuno, que contrastan poderosamente con el viejo y destartalado centro que ha quedado cerrado en el paseo de les Germanies de Gandia.
Radiología y aparatos de rehabilitación de última generación, planta de Pediatría con todos los avances, incluyendo una sala de juegos para niños, un laboratorio que parece el de un centro de investigación avanzado y que permite analizar muestras que antes se enviaban a hospitales Valencia, o unidades de cuidados intensivos con todos los adelantos.
Más allá de los datos, el hospital ha funcionado, a criterio de los responsables de forma satisfactoria durante estos diez días de rendimiento.
A preguntas de este periódico, el director gerente del hospital, Rafael García Dolz, señaló que desde hoy jueves la activididad quirúrgica programada alcanzará el cien por cien de su capacidad, de manera que empezará a reducirse la lista de espera, incrementada con la suspensión de algunas operaciones para permitir el traslado de un hospital a otro.
El director también dijo que no ha habido ningún problema en las derivaciones de pacientes a otros hospital mientras ha durado la siempre compleja operación de abrir un hospital, ni siquiera quejas de los usuarios.
De hecho, García Dolz señaló que si tuviera que valorar el traslado merecería «una nota de notable», y añadió que, si bien es algo que no puede concretarse, en tres meses el viejo hospital de Gandia podría ser totalmente clausurado, una vez concluido el traslado de elementos que pueden ser utilizados en el nuevo. Mientras tanto, el inmueble está vigilado, con todas las alarmas activadas y solo se permite el acceso a personal previamente acreditado.
Aunque no sirva como estadística, al término de la visita guiada Levante-EMV preguntó a tres personas que habían sido acudido a distintos servicios, y todas ellas señalaron que la atención había sido muy buena.
