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opinión

circus maximus en piles

E n las pasadas elecciones de Piles la fuerza política con más votos fue el PSOE, con cuatro concejales, cuatro el PP, dos la OIV-CVa y uno Bloc-Compromís. Después de 28 años de gobierno del PSOE cambiaron las siglas del Ayuntamiento de Piles como consecuencia del pacto que realizaron las dos fuerzas políticas PP y OIV-CVa.

De este pacto, el señor David Morant salió elegido alcalde de Piles, y al parecer cada vez que sale en los medios se proclama como gladiador que derrotó al PSOE. Simulando las batallas de los circos romanos, se retrata como luchador insaciable.

Presente como estoy en este anfiteatro, espectador y partícipe en el coliseo de muchas de sus actuaciones en el ayuntamiento de Piles, no debería adjudicarse el triunfo de que el PSOE no esté en el poder. Es mi obligación recordar que es de poca ética política, y no sería respetuoso con los votantes que dieron la confianza al grupo político OIV-CVa. Es importante destacar que gracias a esos votos se aportaron los dos concejales que se necesitaba para conseguir la mayoría absoluta.

Ese interés benigno por aparentar apariencia afable y consentimiento en dirigir una administración se ha transformado en un «ludis circense». Circo en el que realizan carreras que simulan la de las cuádrigas, conducidas por esclavos (auriga) presididas por un Emperador.

Es visible en su afición por los decretos y decisiones tomadas sin consenso, obviando temas que no competen a sus áreas. Nada aficionado al dialogismo demuestra que no resulta ser tan sencillo y humilde como cuando se inició en las cuádrigas (carreras) por atribuirse méritos sin tan siquiera haberse iniciado en los munera (juegos de arena) al querer adjudicarse triunfos que no le pertenecen a él solo.

Ahora resulta, que aquel PP que no ganó las elecciones pasadas ha decidido ahora que no sea el próximo candidato. Como César en su imperio, se resiste a abandonar la urbe y ha empezado marcando territorio. No hay más que ver cómo la alfombra que el grupo socialista tenía a la entrada del Ayuntamiento con el símbolo de la Torre de Guaita se la ha puesto a los pies de su despacho. Bien lejos del pacto de austeridad que se firmó, se ha permitido gastos innecesarios como el cambio, otra vez, de mobiliario. La austeridad solo la comprobamos en necesidades imprescindibles, como la maquinaria para los trabajadores que usan desde hace más de quince años.

Ahora que se presenta a las elecciones por independiente lo hace como «praeses» (Emperador), no como el gladiador en busca de fama y riqueza que se inició en menesteres políticos arropado por unos pocos y unas siglas que con su poder mediático le ayudaron a situarse en el coliseo. Solo temo que ocurra lo que sucedió en Roma, que algunos emperadores tomaron parte en la lucha animados por la fama, solo que sus combates estaban amañados.

Así que solo en esta ocasión si el señor alcalde David Morant ganara por mayoría absoluta, podría decir que él ha derrotado al PSOE. No me gustaría que olvidara que él luchó con un león sin uñas y con dientes limados. Y que tampoco olvide que algunos vítores del pueblo se producen muchas veces para proseguir el espectáculo.

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