Los alcaldes elegidos en 2011 tienen la obligación de rendir cuentas a sus vecinos y, a través de los grupos políticos municipales, aportar toda la documentación para saber cómo queda la situación económica de sus municipios.
Como publicó ayer este periódico, el lunes fue el alcalde de Potries, Juanfer Monzó, de Compromís, quien sacó números que, resumiendo, explican que se ha ido reduciendo la deuda municipal y que no hay facturas sin pagar.
Ahora ha sido Oliva y antes otros ayuntamientos gobernados por distintos partidos, como Ador, Ròtova, Simat, el Real, Tavernes o Xeresa, que han mejorado su situación económica.
La gran excepción en la Safor sigue siendo Gandia, donde la astronómica deuda municipal no solo no se ha reducido en esta legislatura, sino que aumentará hasta un nivel todavía más insostenible. s. s. gandia
