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Acuamed abandona a medio terminar el plan contra inundaciones de Oliva

El Ministerio de Medio Ambiente ni siquiera ha comenzado la cimentación de la gran presa que laminaría las avenidas de la rambla de la Gallinera - El ayuntamiento expresa su malestar y advierte de «responsabilidades» si se producen daños

Acuamed abandona a medio terminar el plan contra inundaciones de Oliva

El Ministerio de Medio Ambiente ha dejado abandonado y a medio terminar el proyecto más importante llevado a cabo nunca para evitar inundaciones en la ciudad de Oliva y en buena parte se su término municipal, especialmente el situado al sur del casco urbano y en la franja litoral.

Según ha podido constatar este periódico, pese a las promesas de la empresa pública Acuamed, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ni siquiera se han iniciado los trabajos para levantar la gran presa de laminación que regularía las fuertes crecidas que experimenta la rambla de la Gallinera cuando se producen precipitaciones fuertes y prolongadas en su cuenca, que recoge las escorrentías de la vecina comarca de la Marina Alta.

Acuamed inició el plan contra inundaciones de la Gallinera, que supone una inversión de 53 millones de euros, hace casi cinco años, pero a finales de 2012 surgieron dudas técnicas sobre la seguridad del dique de contención de la presa de laminación que se proyectó entre los términos municipales de Oliva y l'Aztúbia, lo que motivó una suspensión de las obras para rediseñar su estructura. Esta presa es similar a la que, también Acuamed, proyectó y construyó sobre el cauce del río vernissa a la altura de Terrateig y Llocnou de Sant Jeroni.

Pasado el tiempo, todos confiaban en que a lo largo de 2014 se retomaran los trabajos, pero, para sorpresa y disgusto del ayuntamiento, el proyecto parece abandonado y a día de hoy no hay fecha para reiniciarlo.

Contundente acuerdo de pleno

El pasado mes de diciembre el pleno del Ayuntamiento de Oliva, con el voto a favor de todos los partidos políticos, aprobó una moción en la que reprobaba el abandono de las obras, lo que consideró como «un incumplimiento» del compromiso adquirido en su día para la protección contra riadas de las zonas sensibles del municipio. Por ese motivo, la Corporación instaba al Ministerio de Medio Ambiente a «la finalización inmediata» de la presa de laminación. El pleno incluso advertía de las posibles «responsabilidades» a las que tendrían que hacer frente los directivos de Acuamed o los del ministerio «ante los daños sobre bienes y personas que pudieran derivarse de su pasividad por la no conclusión de las obras», que fueron aprobadas por el Gobierno de España bajo la presidencia del socialista Zapatero.

Por lo visto, aquel contundente acuerdo municipal no ha servido para mucho. Seis meses después la zona de obras continúa sin operarios, y esta es la hora que nadie ha explicado exactamente por qué el Gobierno de España ha dejado a medio terminar un proyecto vital para el desarrollo de la ciudad.

Para entender la importancia que esa obra tiene para Oliva baste señalar que el pasado mes de septiembre el municipio tuvo que declararse oficialmente «de alto riesgo de inundación» para que la Generalitat, competente en materia de ordenación del territorio, autorice determinadas obras o proyectos en zona inundable que, en condiciones normales, estarían vetados por las leyes aprobadas para preservar la integridad de bienes y de personas. Entre otros muchos aspectos, Oliva debería optar ahora por urbanizaciones residenciales «en altura» frente a las de baja densidad, para así prevenir riesgos a la población en el caso de que se salga de madre el caudal de la rambla de la Gallinera u otros que atraviesan su término.

Otras fases ya terminadas

Pese al malestar generado por la paralización de los trabajos, hay que señalar que una parte de las obras del plan contra inundaciones ya están terminadas y operativas. Las más importantes son el «trasvase» del río Alfadalí a la rambla de la Gallinera y la prolongación hasta el mar de este último cauce.

De por sí, ambos proyectos ya han alejado el riesgo de daños en el casco urbano de Oliva y su zona litoral sur, pero el ayuntamiento exige que se complete el proyecto para que ese riesgo sea el mínimo y los olivenses no tengan que estar temblando cada vez que las cíclicas lluvias torrenciales azoten la cuenca alta de la Gallinera.

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