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El Ayuntamiento de Gandia deberá demoler el edificio que autorizó junto a Mi Descanso

El Tribunal Superior de Justicia desestima el último recurso del propietario al considerar que no hay causas que imposibiliten el derribo

El Ayuntamiento de Gandia deberá demoler el edificio que autorizó junto a Mi Descanso

La batalla que desde hace cerca de diez años mantiene la comunidad de propietarios del edificio Mi Descanso, situado en la primera línea de la playa de Gandia, ha llegado a su fase final con una nueva sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ) que obliga al Ayuntamiento de Gandia a la demolición del inmueble situado junto al mismo tras haber determinado que se construyó ilegalmente.

El inmueble que debe desaparecer, situado en la confluencia de las calles Formentera y Castella i Lleó, fue construido a partir del año 2005 con una licencia de obras otorgada por el ayuntamiento, con el visto bueno de los técnicos municipales, que los propietarios de Mi Descanso recurrieron por considerarla ilegal.

En primera instancia, el Ayuntamiento de Gandia ganó la sentencia, pero el recurso que los propietarios presentaron cambió ese criterio y consideró que el inmueble que se había autorizado no podía levantarse en ese lugar por varios motivos.

Con esa orden de demolición sobre la mesa, la propiedad del edificio conocido como Choc d'Or presentaron otro recurso de apelación para evitar que la piqueta haga desaparecer un inmueble de cuatro plantas, la inferior de carácter comercial, valorado en cientos de miles de euros.

El TSJ, sin embargo, ha desestimado los argumentos y señala que no concurre ninguna causa que imposibilite la demolición del inmueble.

Con esta resolución inapelable, el Ayuntamiento de Gandia ha asumido la situación y técnicos del departamento de Urbanismo han señalado a este periódico que ya disponen del proyecto para proceder a la demolición.

Fuentes consultadas indican que, pese a eso, es probable que la imagen de las máquinas desmontando todo el edificio aún tenga que esperar porque también en estos casos el propietario puede alegar la existencia de negocios o de inquilinos en las viviendas.

A estas alturas, queda claro que la «patata caliente» del edificio anexo a Mi Descanso quedará en manos del Gobierno local que surja de las elecciones del domingo que viene.

Un caso muy similar en Oliva

Precisamente hace unos días se vivió un ejemplo similar en un edificio público de Oliva. El ayuntamiento ha tenido que derribar totalmente la antigua oficina de turismo de la playa, que construyó hace pocos años, tras una sentencia que consideraba ilegal la licencia que se otorgó en 2008. El edificio se inauguró al año siguiente.

En este caso el proceso judicial es muy similar al de Gandia. La denuncia la puso el propietario de una vivienda situada junto a la oficina de turismo, pero el ayuntamiento ganó la primera sentencia, que le dio la razón. Al analizar el recurso presentado por el vecino afectado, el TSJ falló que, efectivamente, se tenía que haber guardado la distancia al linde de su parcela, y ordenó, sin apelación posible, a la demolición. La pasada semana el inmueble desapareció del mapa.

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