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Una mujer ebria sufre un accidente en la carretera de Barx e intenta acceder a la ronda

Una mujer conductora que dio positivo en el control de alcoholemia protagonizó el domingo pasado una rocambolesca historia que habría podido terminar en una tragedia. La conductora, que circulaba por la carretera de Barx en dirección a Gandia, fue dando tumbos por la vía hasta que, muy cerca de llegar al puente de la autopista AP-7, perdió definitivamente el control y se metió en un huerto de naranjos.

El impacto fue lo suficientemente violento como para causar daños considerables en uno de los árboles, pero la conductora pudo sacar el vehículo del bancal y, lejos de detenerse, siguió ruta hacia Gandia, aunque por poco tiempo.

Al llegar a la rotonda que da acceso a la ronda de circunvalación de la N-332 el vehículo de la mujer, con signos evidentes del violento golpe que había recibido, se quedó parado debido, con toda probabilidad, a los daños que le había causado en el motor o en alguno de los elementos imprescindibles para que siguiera rodando.

Advertida la Policía Local de lo ocurrido, una patrulla se presentó en este lugar y se interesó por el coche accidentado y por el estado de la mujer, a la que se realizaron la prueba de alcoholemia que dio positivo.

Los agentes se sorprendieron de que, en ese estado, la conductora, además de haberse atrevido a coger el coche poniendo en riesgo su vida y la de otras muchas personas, ni siquiera se detuviese en el lugar donde se produjo la salida de vía. Y, además, intentara acceder a la N-332, una carretera con un nivel de tráfico mucho mayor donde, por lógico, el riesgo de accidente grave habría sido mayor.

Ahora la mujer no solo deberá hacer frente a las sanciones correspondientes por esa infracción grave en el código de circulación, sino también a los daños causados en el huerto de naranjos.

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