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El Consell recorta el negocio turístico en Gandia al adelantar el curso al día 3

La consellera Català desoye las peticiones realizadas el año pasado por Torró y los empresarios - En septiembre de 2014 el sector detectó un descenso en las familias que acudían a veranear

El Consell recorta el negocio turístico en Gandia al adelantar el curso al día 3

En la que puede ser una de sus últimas decisiones como consellera de Educación, María José Català ha vuelto a generar el enfado en el sector turístico de la Safor, especialmente en el de Gandia, al proponer que el curso escolar se inicie el 3 de septiembre. Las críticas también le llovieron ayer desde el ayuntamiento, dado que la concejala de Educación, Marta Cháfer, anunció que pedirá a la Generalitat que posponga unos días la apertura de las aulas.

De cumplirse el propósito de la consellera Català, el curso empezaría a rodar la misma semana que termina el mes de agosto, lo que impediría a miles de familias que trabajan durante ese mes poder realizar un descanso en las playas antes de reincorporarse a la rutina que marca la apertura del curso.

Eso mismo ocurrió el año pasado, cuando la actividad docente empezó antes que nunca, también el 3 de septiembre, lo que generó un alud de críticas a la Generalitat, fundamentalmente porque esa época coincidió con altísimas temperaturas que impidieron realizar la actividad normal durante muchas jornadas.

Al margen de que ese problema se repita este año, las asociaciones de empresarios de la playa de Gandia notaron un considerable descenso en el volumen de actividad y de negocio respecto a la primera quincena de septiembre de años anteriores.

En esas fechas no solo todavía hace calor y el agua del mar está caliente, sino que miles de turistas vuelven a sus residencias habituales, poniendo fin a la masificación de las playas.

Hasta hace poco, esa situación era aprovechada por miles de familias para pasar unos días de descanso en zonas como Gandia, donde todos los servicios turísticos permanecen abiertos hasta entrado el mes de octubre. Se trata, según señalaron los empresarios gandienses, de padres que generalmente van acompañados de sus hijos, generando así un volumen considerable de gasto.

Con el inicio del curso la primera semana de septiembre, un hecho que el año pasado se produjo tanto en la Comunitat Valenciana como en Madrid, de donde llegan muchos visitantes, la playa de Gandia notó el bajón. La mayoría de esas familias se esfumaron, aunque se mantuvo el turismo de matrimonios de mayor edad, sin hijos a su cargo. Los empresarios señalaron que la reducción de ingresos fue considerable, e incluso se plantearon la posibilidad de convocar una manifestación de protesta.

En números el sector calculó que los ingresos en el conjunto de actividades económicas de la playa se situó en el entorno del 25 % respecto a las primeras dos semanas de septiembre de los años anteriores.

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