Nunca un presidente de la Generalitat Valenciana había tenido a bien acudir a la inauguración de la Universitat d'Estiu de Gandia, que se celebra ininterrumpidamente desde hace 32 años. Fue Ximo Puig, ayer, quien rompió esa barrera apenas un mes después de haber sido investido jefe del Consell y de que en Gandia gobierne una alcaldesa socialista.
Puig, que llegó acompañado del conseller de Hacienda, Vicent Soler, proclamó, en clave política, que había comenzado «un nuevo tiempo para la Comunitat Valenciana y para Gandia», pero también «para la relación de la Generalitat con las universidades». Después de los no pocos desencuentros que los rectores valencianos han tenido con los inquilinos del PP en el Palau de la Generalitat, Puig indicó que es decisión suya «respaldar a las universidades públicas valencianas».
Ese planteamiento fue incluso reconocido por el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo, quien antes de iniciar su discurso inaugural, en el que entre otros aspectos defendió la reapertura de una radio y televisión pública valenciana, se dirigió a Puig para agradecerle tanto su presencia en este acto como «su posicionamiento de apoyo» a las universidades.
El presidente de la Generalitat no perdió la ocasión de reivindicar, primero en declaraciones públicas y después en su discurso, la exigencia al Gobierno de España para una mejor financiación de la Comunitat Valenciana, pero en esta ocasión antepuso otro concepto que le venía como anillo al dedo en la apertura de un acto organizado por la Universitat de València y el Ayuntamiento de Gandia. «El futuro pasa por la cultura y por la universidad, porque nada es más importante que la educación». Y, agarrándose al hilo conductor de esta edición de la UEG, dijo que la participación ciudadana es, junto a la lucha contra la corrupción, «el antídoto contra la crisis» y la esencia de una «democracia de mayor calidad».
Para concluir, el jefe del Consell defendió el papel de la universidad como «generadora de capacidad crítica que nos permite mirar más allá» y base del «renacimiento de nuestra tierra» que, según dijo, surgirá «con el conocimiento de los jóvenes aprenden» en sus aulas y centros de investigación.
En la misma línea se expresó la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, quien, sin citar a su antecesor en el cargo, Arturo Torró, también habló de un cambio de ciclo político. «Gandia volverá a ser una ciudad de convivencia, abierta y participativa», y anunció que el ayuntamiento que preside impulsará la cesión de un edificio para que la Universitat de València consolide su implantación en Gandia.
Pero la mayor distancia con el exalcalde del PP lo marcó citando su programa electoral y reiterando ante los asistentes que participación también es información, y por eso el ayuntamiento aireará en su página web las facturas, las subvenciones, los convenios y los contratos que firme para que los conozcan todos los ciudadanos. Y también dijo que su gobierno consultará a los vecinos «sobre los principales proyectos de Gandia» porque esas actuaciones «no pueden gestarse en los despachos, sino junto a los ciudadanos».
Numerosos alcaldes socialistas
La presencia de Ximo Puig en el acto de ayer, lo que supone su primera visita a la Safor desde que fue investido presidente, congregó a numerosos alcaldes y concejales socialistas que quisieron saludarle.
Tras el acto protocolario, el periodista Bernardo Guzmás pronunció la conferencia inaugural, en la que analizó la transmisión de información y la participación en el siglo XXI.
